Con las nuevas políticas migratorias en Estados Unidos de los últimos meses, cientos de migrantes llegan a la frontera sur con México día a día. En marzo el número de detenidos aumentó un 71%, respecto a febrero, para arrojar una cifra de 172.331 personas: el máximo en 15 años.
Según destaca El Intranews, la cantidad de menores no acompañados registró un aumento de 100% en un mes, al sumar más de 18.000 niños, de acuerdo con los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP). Por otra parte, México expresó su disposición a colaborar con el flagelo.
Las cifras en la frontera «han estado al alza desde abril de 2020 debido a razones que incluyen la violencia y la pobreza en México y en los países del Triángulo Norte de América Central», indicó la patrulla fronteriza. «Esto no es algo nuevo», afirmó Troy Miller, comisario interino de CBP.
Según las autoridades, un 60% de los migrantes que llegaron a Estados Unidos -103.900 personas- fueron expulsados. De ellos, 28% eran migrantes que ya habían sido deportados del país. El gobierno de Joe Biden enfrenta crecientes presiones para gestionar la situación en la frontera y albergar a los menores no acompañados.
El miércoles, la vicepresidenta Kamala Harris -encargada de trabajar con México, Guatemala, El Salvador y Honduras para abordar las causas fundamentales de la afluencia de migrantes a Estados Unidos- habló con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
