El papa Francisco visitó este viernes la embajada de Rusia ante el Vaticano, donde se reunió con el embajador Alexander Avdeev para intentar mediar en el conflicto entre ese país y Ucrania. Además, el Sumo Pontífice manifestó su «preocupación por la guerra» y se prevé que su rol sea clave para acercar canales de diálogo en una jornada donde hubo varios gestos en este sentido.
De acuerdo a la información de la agencia Télam, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la tierra estuvo durante más de media hora en la sede diplomática de Vía della Conciliazione 10, a metros de Plaza San Pedro, luego de que la Santa Sede pidiera ayer que se evite «la locura» de la guerra. Según detalló un comunicado oficial, Francisco fue a manifestar su «preocupación por la guerra».
Hasta el momento, la postura pública del Vaticano se expresa a través del secretario de Estado Pietro Parolin, quien el jueves planteó que aún hay «espacio para la negociación», incluso después de lo que llamó un «inicio de las operaciones militares rusas en territorio ucraniano». De este modo, el gesto personal del Sumo Pontífice buscaría acercar posiciones el mismo día que Ucrania subrayó que está abierta al diálogo y China llame a Putin a conversar.
“Los trágicos escenarios que todos temían se están haciendo realidad. Pero aún hay tiempo para la buena voluntad, aún hay espacio para la negociación, aún hay lugar para el ejercicio de una sabiduría que impida la prevalencia de los intereses creados, proteja las legítimas aspiraciones de cada uno y evite al mundo la locura y los horrores de la guerra”, expresó la Santa Sede en las últimas horas.
Francisco ya se había proclamado en contra de los enfrentamientos de las dos naciones en una carta que publicó el miércoles luego de sus habituales audiencias. Incluso, el Papa hizo un llamamiento a creyentes y no creyentes a unirse en oración por la paz en Ucrania el próximo 2 de marzo, día en que se celebra el ‘Miércoles de Cenizas’ que da inicio al tiempo de Cuaresma, preparación a la Pascua.
“Quisiera hacer un llamamiento a los responsables políticos para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios. (…) Ruego a todas las partes implicadas que se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que pueda causar aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desprestigiando el derecho internacional”, dijo Francisco el último miércoles.