Sin rodeos se mostró en las últimas horas uno de los artistas más reconocidos de la Argentina y de su país natal, Chile. Se trata de Benjamín Vicuña, uno de los protagonistas de «El Primero de Nosotros», quien dialogó con Catalina Dlugi en «Agarrate Catalina», el ciclo que se emite en La Once Diez / Radio de la Ciudad, donde comenzó hablando de su hijo mayor.
«Bautista tiene 14 años, pero parece de 75. Tiene una capacidad y una sabiduría, por diferentes cosas que le pasaron en la vida o porque es un alma grande, sabia. Aprendo mucho de él. Compartimos muchísimo. Es mi amigo, mi confidente, mi cómplice. Así y todo también tengo que ponerle límites, porque es mi hijo. Tenemos la posibilidad de hacer dos cosas juntos que tienen que ver con actuación y publicidad», sostuvo.
De esta manera, Benjamín Vicuña siguió hablando de uno de sus hijos, fruto de su relación con Pampita. «Uno de esos proyectos es una película que, por supuesto, no incide en el tiempo que le dedica al colegio. Tenemos claro que él tiene que terminar sus estudios y si el día de mañana quiere ser actor, también le voy a pedir que se forme, así como yo fui a la universidad y estudié cuatro años. Hay muchos que aprenden del día a día, pero a mí me encantaría que si él lo decide, darle las mejores herramientas», afirmó.
«Este proyecto en particular es una película que podríamos filmar durante el verano, pero va a depender de él. Es algo en lo que estoy acompañándolo con amor, con cariño. Y así como en otro momento de su vida quiso tener otros oficios -quería ser futbolista, antes quiso ser astronauta y después youtuber- ahora le empieza a picar el tema del teatro y cada día le interesa; ahora quiere venir todos los días a los ensayos a verme», aclaró.
«Bautista tiene mucha paciencia… Tiene hermanitos chicos y no es tan fácil ser el mayor. Los hijos siempre demandan tiempo. Los chiquitos tienen sus necesidades y con los más grandes uno tiende a pensar que ‘ya está’, pero no, también las tienen. Estoy aprendiendo, igual que cualquier padre, con un poco más de experiencia y horas de vuelo. Aprendo de mis errores, de mis pares y de un rol que está en constante evolución. Y no es un rol que debe competir con el de la madre, sino que tiene que ser integral, deben funcionar como un equipo. Así debería ser. Es un rol en movimiento y es hermoso«, sentenció Benjamín.
