Contradicción moral en River Plate: Publicitan una empresa de juegos de azar en su camiseta RIVER PLATE El Intransigente

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Contradicción moral en River Plate: Publicitan una empresa de juegos de azar en su camiseta

Recientemente el primer equipo de River Plate terminó su contrato con la línea aérea Turkish Airlines como sponsor por Codere, un grupo multinacional dedicado a los juegos de azar, particularmente las máquinas tragamonedas y similares.

Foto: @RiverPlate.

(Por José De Álzaga).-

El deporte representa un conjunto de categorías y valores humanos y hasta espirituales. El mensaje subliminal que ofrece un deportista para el público común resulta en un impacto que genera adhesiones hacia lo que el deportista hace o luce. De allí que las grandes marcas deportivas, por ejemplo, paguen considerables cantidades de dinero a los deportistas más destacados para que usen sus prendas porque en el imaginario colectivo eso se traduce como “Usa tal marca”, “Hace tal cosa”, “Asiste a tales lugares” y así.

Los equipos de alta competición lucen en sus camisetas y en toda la indumentaria que utilizan marcas de nivel internacional precisamente porque el auspiciante busca que el público consuma aquello que ese conjunto de ídolos muestra.

Recientemente el primer equipo de River Plate terminó su contrato con la línea aérea Turkish Airlines como sponsor por Codere, un grupo multinacional dedicado a los juegos de azar, particularmente las máquinas tragamonedas y similares. El Grupo tiene ya una trayectoria de cuatro décadas en el mercado del fomento del ocio y el entretenimiento con presencia en siete países europeos (España e Italia) y en Latinoamérica (Argentina, Colombia, México, Panamá y Uruguay).

Por estar presente en la indumentaria de River Plate, este Grupo desembolsará unos US$ 3.500.000 durante tres temporadas, es decir que donde vaya el equipo, Codere estará presente hasta el año 2025. Esta cifra inicial podría incrementarse hasta en U$S 1.400.00 según resulte la performance del equipo. Hasta aquí el negocio.

Al momento del anuncio el presidente del Club de Núñez, Jorge Brito, destacó que les resulta “Un orgullo que una marca internacional y de tanto prestigio siga confiando en River y que opte por agrandar el acuerdo y ser nuestro main sponsor”. Ahora bien, la alegría del directivo riverplatense ofrece un costado nada positivo en cuanto fractura ese concepto inicial del deporte como una integralidad del deportista para alcanzar un perfeccionamiento humano, porque conviene reiterar que el rendimiento físico debe ir acompañado de un crecimiento ético y moral, caso contrario se produce una reducción del individuo a la sola máquina de competición y generadora de dinero, ni más ni menos que cualquiera de las máquinas de “tragar dinero”.

Resulta entonces contradictorio que un equipo como River Plate que concentra la atención de cientos de miles de aficionados en el país y que ha conseguido llenar 22 estadios en los últimos tiempos a los cuales asiste toda la familia ofrezca como publicidad central de su camiseta la propaganda de una firma dedicada al juego de azar que resulta una de las prácticas más deleznables en las que puede caer una persona.

Porque adicciones hay varias pero el juego de azar precisamente es quizás la de más alto impacto social ya que el jugador que cae en la red del vicio de concurrir a estos lugares de juegos electrónicos afecta no sólo su individualidad sino que arrastra a toda la familia.

El juego siempre es pérdida en todo sentido y esa adicción va sumando además otras más peligrosas todavía cuando el que pierde, porque sistemáticamente en estos juegos se pierde mucho más que lo que eventualmente se puede llegar a ganar, que empiezan con el endeudamiento para apostar y cuando eso no alcanza porque los préstamos no son precisamente posibilidades reiteradas, puede continuar la venta de objetos personales y del hogar llegando incluso al delito para obtener fondos.

La primera víctima del juego es la familia, lo cual es potencialmente más discordante en el caso de River Plate que es un equipo que ha logrado convocar a la familia al estadio y ofrece la publicidad de una actividad que la destruye inmediatamente, porque el jugador deja a los suyos sin pan para jugar, incluso sin vivienda.

De manera que lamentablemente hay que decir que lo que el presidente de River Plate celebra como un logro económico en realidad es una derrota moral para el Club, para los asociados y simpatizantes. Para la sociedad argentina toda.-

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