Boca regresó este miércoles a los trabajos de cara al año 2023 en una práctica vespertina y con concentración en el Hotel Howard Johnson de Ezeiza. En este contexto, Hugo Ibarra contó con su primer refuerzo: Pablo Santella, hijo de Julio, histórico preparador físico de Carlos Bianchi el cuerpo técnico Xeneize, se sumó a su grupo de trabajo.
Santella, de 45 años, lleva más de una década trabajando en Primera División del fútbol argentino. De hecho, tiene experiencia en club de la Ribera, no solo por su padre, sino porque estuvo como alterno en el tercer ciclo Bianchi en Boca (2013/14) y quedó trabajando con Rodolfo Arruabarrena (2014/15). Ese último año se alejó para acompañar a Eduardo Domínguez (yerno de Virrey) en Huracán, Colón, Nacional e Independiente.
Recordemos que el semestre pasado, tras a salida de Sebastián Battaglia con su PF, Zacarías Gaggero, y de que Martín Traversi dejará el club para ir con Carlos Tevez a Rosario Central, en el Xeneize subieron a Alejandro Blasco y Cristian Aquino para acompañar al Negro Ibarra. De cara a una nueva temporada, el Consejo de Fútbol decidió optar por Pablo.
Boca volvió a las prácticas con buenas y malas noticias
De cara al inicio de la pretemporada, el plantel de Boca fue citado para realizarse estudios de rutina, exámenes físicos y testeos protocolares. Estos últimos arrojaron que Esteban Rolón, Sebastián Villa y Hugo Ibarra dieron positivos de Covid-19. Luego de conocerse el resultado, los futbolistas y el director técnico abandonaron la concentración en el predio de Ezeiza y se fueron a sus respectivos domicilios.
Por otra parte, Sergio Romero y Exequiel Zeballos dejaron atrás sus respectivas lesiones y están disponibles para jugar. En las últimas semanas, ambos se entrenaron en el gimnasio y la cancha del predio con el objetivo de fortalecer sus físicos y llegar de la mejor manera a la competencia. Marcos Rojo aún se continúa rehabilitando de su operación por una rotura de ligamentos en la rodilla derecha.
