Se trata, sin lugar a dudas, de una de las personalidades más importantes de nuestro país. Y es que Susana Giménez ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño de la gente que la sigue desde hace años en cada uno de sus proyectos. Después de mucha incertidumbre, finalmente confirmó sus deseos de volver a la pantalla chica.
Fue en una nota con LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV, donde se mostró contundente. En primera instancia, se refirió a la situación económica argentina. «Para mí el dinero es importantísimo y más en Argentina que la economía está tan endeble. Pero aunque tenga plata trabajar a mí me encanta, me llena de alegría, me divierto, me río con mis compañeros”, lanzó.
«Si bien me encanta trabajar, el teatro me cansa, yo hacía dos funciones todos los días con La mujer del año, y tres los sábados, tres los domingos, y con Sugar también. Después cambió todo eso y te daban lunes y martes pero antes no, descansabas solo los lunes», comentó la diva de los teléfonos.
Sobre su regreso
Sin rodeos, se refirió a a su retorno. «Mucha gente me dice: ‘¿Para qué necesitas trabajar?’, y les digo: ‘porque me gusta y me encanta’. Voy a hacer mi programa en televisión, estamos en tratativas con todo eso, empezaría a partir de julio. Mi programa, el clásico, porque no quiero hacer otras cosas. Yo quiero hacer una buena entrevista, un musical, recibir celebrities», apuntó.
«El sketch no lo haría más porque no está mi compañero adorado, Emilio Disi y tampoco está Sofovich, que lo escribía. ¡Y además tampoco está Antonio!. Díos mío, a la noche a veces agarro la computadora y veo esos programas donde yo le hacía la segunda a Antonio, ¡qué talento!”, afirmó Susana Giménez
Allí, de manera sentida, habló de Antonio Gasalla. «A la única enfermedad a la que le tengo miedo es a la que tiene Antonio. Aunque me dijo Polino que cuando le entregó a Antonio el Premio Martin Fierro que yo había recibido en su lugar, él entendió y se le cayeron las lágrimas. Me dijo que cuando me vio recibir su estatuilla, dijo: ‘Susana, y estoy yo’ y me mató. Me morí, porque lo conozco, estuvimos 15 años seguidos haciendo la abuela, y siempre era divertido, inventaba, salíamos sin libro, todo lo inventábamos ahí, tanto él como yo. A veces se metía con cosas privadas y le pedía de rodillas que no siga””, finalizó.
