Durante el debate presidencial del primero de octubre, Sergio Massa anunció que está trabajando en una moneda digital argentina que, acompañada de una ley de blanqueo, permitirá que quienes tengan dinero en el exterior puedan repatriarlo sin pagar impuestos. Sin embargo, la idea del candidato de Unión por la Patria realmente es de Carlos María De los Santos.
En 2019 le entregó la propuesta a una persona cercana al ministro de Economía y desde ese entonces se la pasa dando vuelta por diferentes escritorios hasta que ahora se hizo pública su aparición. Su creador sostiene que esto permitirá reducir la evasión fiscal y que a futuro podría permitir bajar impuestos, aunque todavía no está planeado como se trabajará en ese asunto.
«El Peso Argentino Digital permitiría que todas las transacciones sean detectadas y registradas. Hoy la evasión tributaria ronda el 50 por ciento. De esta forma se eliminarían los billetes y monedas en circulación y se llevaría todo a saldos bancarios», explicó De los Santos sobre esta moneda digital que estudian implementar para contener la inflación.
«Así bajarían los impuestos y la gente produciría y consumiría como corresponde. Es una herramienta para el crecimiento, el desarrollo sostenible y con inclusión», remarcó el creador de esta iniciativa, quien también agregó, según NA, que podría ayudar a eliminar el déficit fiscal y convertirlo en superávit.
Esa misma agencia de noticias le consultó sobre «qué pasa en aquellos lugares de la Argentina que hoy no cuentan conectividad» y explicó que deberá ser el Estado quien pueda hacer que todas las personas del país puedan utilizar el Peso Argentino Digital más allá que el alcance de conectividad dentro del territorio es cercano al 95%.
¿Es posible de aplicar hoy?
La realidad muestra que Argentina está en una crisis económica delicada que hace que cualquier medida de parte de Sergio Massa sea mal vista por la sociedad. Sin embargo, esta propuesta no requiere emisión monetaria y están disponibles los instrumentos para realizarlo, lo que sería una gran ventaja para el Gobierno nacional que, por ahora, no apuesta a su aplicación.