La CGT encabezó esta tarde una marcha a Plaza de Mayo por el Día de San Cayetano, junto a las dos CTA y organizaciones sociales. Con tono crítico hacia la gestión de Javier Milei, advirtió que «el ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo«. También rechazó políticas «que recorten derechos laborales». La manifestación se realizó en el día del patrono del trabajo y convocó a miles de trabajadores y dirigentes sindicales.
«La deserción y desmantelamiento de áreas sensibles y estratégicas al interés de toda la sociedad como el Hospital Garrahan, la atención de la discapacidad, el INTA, Vialidad Nacional, Conicet, el Instituto Nacional del Cáncer, son acciones irresponsables e insostenibles», sostuvieron en un documento que leyeron sobre el escenario. El texto fue leído por dirigentes de la central obrera ante la multitud congregada en la histórica plaza.
El documento al que tuvo acceso NA, titulado «La inclusión y el bien común contra la cultura del descarte», advirtió sobre el impacto social de las políticas oficiales. «Como representantes de las demandas sociales, no podemos resignarnos a ver cómo crecen la desigualdad, la precarización y la fragmentación del tejido productivo y social de nuestro país, aumentando la inequidad social«, señalaron los dirigentes sindicales. También remarcaron que «el trabajo no es un privilegio, es un derecho, es pilar de la dignidad humana y ordenador social, como fuente de derechos».
Críticas al modelo económico pero con diálogo abierto
La CGT fue contundente en su rechazo a las políticas laborales del gobierno libertario. «El ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo o en el deterioro de su calidad. No avalamos políticas que recorten derechos laborales, que le pongan cepo a las paritarias libres o que desmantelen el Estado en nombre de una supuesta eficiencia», sostuvo en otro de sus pasajes más fuertes. Este mensaje apuntó directamente contra las medidas de desregulación laboral impulsadas por la administración de Milei.
De todos modos, la central volvió a dejar abierta la posibilidad de un diálogo con la Casa Rosada. «Creemos en el diálogo social como herramienta clave y eje central en la búsqueda de consensos que posibiliten la puesta en marcha de políticas superadoras para dejar atrás una crisis que venimos soportando desde hace años y que golpea inequitativamente a la gran mayoría de nuestra sociedad», indicaron en el documento.
En ese marco, la CGT cuestionó el estilo confrontativo de Milei. Señalaron que «la descalificación, el agravio y la violencia verbal son incompatibles con la democracia y el necesario debate de ideas». Esta crítica apuntó a los frecuentes enfrentamientos verbales del presidente con diferentes sectores sociales y políticos.
Los sindicalistas remarcaron que aspiran «a una sociedad con derechos, con más protección social, donde nadie sea prescindible». También rechazaron «la mirada que convierte a los pobres en enemigos y a los excluidos en responsables de un destino inaceptable». Estas declaraciones contrastaron con el discurso oficial que suele responsabilizar a los sectores vulnerables por su situación.
La marcha de la CGT
La marcha se desarrolló en un clima de orden y con una importante participación. Los dirigentes gremiales destacaron el significado del Día de San Cayetano para el mundo del trabajo. «La CGT conmemora este 7 de agosto, día del patrono del trabajo, San Cayetano, reafirmando su compromiso con los valores históricos del movimiento obrero: el trabajo digno, la justicia social, la democracia participativa y un país con oportunidades para todos», insistió la central obrera.
La jornada sirvió para mostrar la posición de la CGT frente a las políticas del gobierno nacional. Mantuvo una línea de crítica firme pero sin cerrar las puertas al diálogo. También reafirmó su defensa de los derechos laborales y sociales en un contexto de fuerte ajuste económico. La marcha demostró la capacidad de convocatoria del sindicalismo en momentos de alta tensión social.