El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dialogó con sus pares de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, y advirtió, luego del encuentro, que impondrá sanciones “devastadoras” sobre Rusia si el país no desiste el ataque contra Ucrania. Las medidas serían netamente económicas y con el objetivo de aislar al territorio ruso de las negociaciones de comercio exterior.
“Esta mañana, me reuní con mis aliados del G7 para discutir el ataque injustificado del presidente Putin en Ucrania y acordamos en ir adelante con una paquete devastador de sanciones y otras medidas económicas para hacer que Rusia rinda cuentas. Estamos con la gente valiente de Ucrania”, posteó Biden en su cuenta oficial de Twitter.
Además, fue contundente contra el presidente ruso. “Putin es el agresor. Putin eligió esta guerra. Y ahora él y su país asumirán las consecuencias”, sostuvo el primer mandatario estadounidense durante la reunión. Asimismo, informó que tanto su país como sus aliados limitarán la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras y yenes.
En conjunto, acordaron enviar ayuda al presidente Volodímir Zelensky para “brindar apoyo y ayuda a Ucrania y al pueblo ucraniano”. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, también se solidarizó con Ucrania y su pueblo, y acordó con el G7 de condenar la agresión comandada por el primer mandatario ruso, Vladimir Putin.
«Hoy, los líderes del G7 están unidos para condenar el escandaloso ataque contra la Ucrania independiente. Juntos adoptaremos sanciones masivas para asegurarnos de que Putin pague un alto precio por esta agresión», indicó. De esta forma, las primeras medidas serán sancionar la importación de la mitad de los productos tecnológicos, además de establecer restricciones a cuatro bancos rusos.
Por último, para amortiguar las consecuencias sobre el aumento de precios en el petróleo, recurso que Ucrania distribuye a toda Europa, Biden anunció la «liberación colectiva de reservas estratégicas de petróleo de los principales países consumidores de energía». «Los estadounidenses ya están sufriendo», cerró en su declaración.