Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) que se difundió en 2020 demuestra una tendencia alcista en la producción de cocaína en Latinoamérica. Según, los datos recabados hubo un récord entre 2013 y 2017 de cultivo de coca. La mayor cantidad proviene de Colombia y se reparte en grandes cantidades en Venezuela y Brasil, por supuesto, Argentina no está exento.
“No olvidemos que América del Sur es responsable de la producción total de la hoja de coca, pasta base y clorhidrato de cocaína en todo el mundo. Toda la red y las mafias que se originan para trasladar este producto a Europa y, sobre todo, a América del Norte ha corrompido a funcionarios y está implicada con la poca predisposición para combatir esta situación en sistemas corruptos”, sostuvo Luis Alberto Otárola, miembro de la JIFE en declaraciones transcriptas por la agencia Télam.
“Existe una sofisticación en el envío de estos productos, recordemos las incautaciones que se han realizado de mini submarinos que utilizaba el narcotráfico. Incluso, se han detectado avionetas que van a África y que permanentemente hacen una ruta del norte de Sudamérica hacia Honduras y El Salvador y de allí a América del Norte», explicó el Otárola.
«En el informe confirmamos que el 33% de los homicidios mundiales ocurren en Latinoamérica y el Caribe, lo que la convierte en una de las regiones más violentas del mundo”, remarcó el especialista de JIFE haciendo referencia a que la droga es la causa principal de los asesinatos y robos violentos en América Latina. «La producción potencial de cocaína llegó a un récord histórico de casi 2000 toneladas, según nuestras mediciones”, añadió.
El exministro de seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, afirmó en la radio AM 750: «Hay una diversificación del negocio. La policía históricamente ha manejado este negocio y han establecido las reglas de juego. Hoy un periodista, Mauro Federico, que contaba que en el lugar por semana se le depositaba a la policía entre 500.000 y 1 millón de pesos. Es algo de altísima rentabilidad».
«No hay producción de cocaína en Argentina, lo que hay es la finalización del producto. El 90% proviene de Colombia y el 60% lo consumen en Estados Unidos», sentenció Saín. Por ahora, la situación en la provincia de Buenos Aires es alarmante y hay más de 200 personas intoxicadas por una droga adulterada que todavía está en análisis.