Comienza la cuenta regresiva en Brasil. Cada vez están más cerca las elecciones presidenciales 2022. En este marco, está en la mira el candidato que quiere volver a dirigir el país carioca, Lula da Silva. Con lo cual, el clima comenzó a tensionarse luego de conocerse las primeras posiciones sobre su figura. Una de ellas es la de las Fuerzas Armadas, que ya adelantaron cómo reaccionarían ante un eventual triunfo de Lula.
El Ejército del país vecino ya adelantó que respetaría una victoria del expresidente, quien enfrentaría al actual jefe de Estado y excapitán de las Fuerzas, Jair Bolsonaro. Cabe remarcar que este último incorporó en su Gobierno a un número sin precedentes de oficiales militares, incluyendo puestos clave del gabinete. También ha cuestionado el sistema electoral de Brasil, lo que hace temer que no reconozca una probable derrota en los comicios de octubre, como sí lo hizo su homólogo político en Estados Unidos, Donald Trump.
Eso ha centrado las especulaciones en cómo reaccionarían las Fuerzas Armadas, dado el fuerte apoyo de las bases a la elección de Bolsonaro en 2018 y la histórica desconfianza hacia Lula y su Partido de los Trabajadores. Las preocupaciones respecto a una intervención electoral del Ejército se apoyan en la brutal dictadura militar de 21 años de Brasil que terminó en 1985.
No obstante, la cúpula de las Fuerzas Armadas fue enfática en una entrevista divulgada en los últimos días, acorde a El Intra News. “Quien gane las elecciones gobernará Brasil. No hay otra alternativa que respetar la voluntad del pueblo”, dijo el general en retiro Carlos Alberto dos Santos Cruz, quien fue ministro de Bolsonaro durante cinco meses en 2019, y ahora enfrentado políticamente al exmilitar.
“No puedo imaginar a las Fuerzas Armadas comportándose de otra manera”, agregó Dos Santos Cruz. La debilidad de la economía y el mal manejo de la pandemia de coronavirus por parte del presidente, escéptico a las vacunas, están haciendo subir sus índices de rechazo y las primeras encuestas de opinión muestran que Lula podría arrasar en las elecciones. El objetivo del izquierdista es vencer en primera vuelta y evitar un balotaje contra Bolsonaro.