Rafael Klejzer, referente del Movimiento Popular La Dignidad, propuso la creación de una Empresa Nacional de Alimentos para combatir a las empresas monopólicas que aumentan los precios de la comida. En ese sentido, el organismo con control del Estado permitiría el comercio directo entre el productor y el consumidor final, sin pasar por cadenas de supermercados o costos de fletes. Esto supuestamente frenaría la inflación en ese rubro.
«Crear una Empresa Nacional de Alimentos es clave para activar el rol del Estado en la planificación, regulación, control, producción, análisis de costos y comercialización de los alimentos de manera no monopólica y no dejar el mercado en manos de las grandes corporaciones», sentenció Klejzer en su cuenta de Twitter.
«También es preciso cambiar la vieja lógica neoliberal y no pensar al Estado como cliente de las grandes corporaciones sino como asociado directo de los productores con capacidad de planificar a largo plazo y realizar un estudio profundo de los costos», expresó el dirigente de izquierda, que busca cambiar la matriz comercial de la Argentina.
«Podríamos además generar precio de referencia en los productos de consumo masivo y eso implicaría ponerle freno a la avaricia de las empresas capitalistas que entienden al alimento como una mercancía y no como un derecho social. Eso también es construir soberanía», afirmó Klejzer. Sin embargo, no tiene en cuenta que los precios bajan o suben de acuerdo a la oferta y demanda y no por los costos.
«En cuanto a la inflación, el aumento de precios está por encima de la media inflacionaria, eso quiere decir que hay un ensañamiento con la mesa de los argentinos y argentinas que tiene como consecuencia la transferencia de recursos de los sectores populares a los concentrados», explicó el referente de izquierda en una hipótesis alocada. Si una empresa vendiera un producto más caro de lo que vale quebraría.
El dato falso de la década de los 90
«A partir del último golpe de Estado cívico militar se generó un proceso de transnacionalización de la economía que se profundizó en la década del ´90 acentuando la monopolización de la producción y comercialización de alimentos a partir del hipermercadismo», remarcó Klejzer. Sin embargo, el dirigente cayó en un error grave.
El gráfico con datos extraidos del INDEC, muestra que en la década de los 90, la inflación fue la más baja, a pesar de los supermercados, que son prácticamente las mismas empresas que funcionan hoy. La diferencia era que en ese momento no había emisión monetaria como en la actualidad. Los economistas sostienen que el exceso de pesos en la economía termina generando la suba de precios, porque se devalúa la moneda.
