El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, manifestó que, junto a sus aliados del G-7, van a impulsar un paquete masivo de sanciones económicas para perjudicar la economía de Rusia, después de que el Kremlin lanzará unos misiles a la ciudad de Kiev en Ucrania. Se espera que las medidas sean severas, luego de las críticas que recibieron algunos mandatarios de Occidente por su leve intervención en el conflicto.
El G-7 está compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. En ese sentido, Johnson afirmó públicamente adelante de las cámaras de televisión que Occidente deberá poner fin a la dependencia del gas y petróleo brindado por Rusia. De esa forma, se evitará el dominio geopolítico de los rusos sobre el resto de Europa.
Si bien es cierto que habrá sanciones económicas sobre Rusia, todavía no hay detalles sobre si existirá un expreso apoyo militar a Ucrania para detener la embestida. La última novedad es que el presidente ucraniano recibió un llamado de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, quien le prometió apoyo internacional, es decir, posiblemente militar.
«Hoy, en concierto con nuestros aliados, acordaremos un paquete masivo de sanciones económicas diseñadas a tiempo para obstaculizar la economía rusa», dijo Johnson en un discurso televisado citado por la agencia Reuters y agregó: «Nuestra misión es clara: diplomática, política, económica y eventualmente militar. Esta aventura horrible y bárbara de Vladimir Putin debe terminar en un fracaso”.
Por otro lado, El Ministerio de Defensa de Rusia sostuvo que los misiles destruyeron 74 instalaciones de infraestructura militar en Ucrania, incluidos 11 aeródromos. Sin embargo, no dijeron que las muertes causadas en las cercanías impactó a civiles y que hasta el momento solamente hubo un soldado ucraniano muerto. El conflicto sigue escalando.
