La discusión sobre la Ley de Alquileres vuelve a generar polémica entre los inquilinos y las inmobiliarias de Ciudad de Buenos Aires. A un año y medio de aprobarse la normativa, la situación de las personas que deben alquilar un inmueble es drástica, debido a las demoras para concretar la operación, la suba de precios anuales (que oscilan entre un 40% y 50%) y la baja oferta de alquileres. Cansados de los atropellos, Inquilinos Agrupados denuncian que la ley beneficia a las inmobiliarias.
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de inquilinos, expuso algunos puntos sobre por qué consideran, la nueva ley, como un golpe directo a la clase media. “La discusión es qué rol debe tener el Estado en el acceso de la vivienda en alquiler. ¿Vamos a seguir permitiendo que haya 250.000 viviendas vacías en la Ciudad de Buenos Aires, 2.500.000 de viviendas en Argentina? ¿Vamos a seguir permitiendo que esté todo en negro el alquiler en Argentina? ¿Vamos a seguir permitiendo que el precio del alquiler en Argentina no tenga ningún tipo de relación con el precio de la vivienda?”, indicó en C5N.
Asimismo, denunció que “la vivienda está dolarizada” desde la última dictadura militar, ya que los insumos para construirla se consiguen en pesos pero, al momento de alquilar o vender, su cotización se toma teniendo en cuenta el dólar. “Una vez que se dio el pasito, lo que quiere el poder es justamente discutir ese pasito, pero no la cuestión de fondo”, detalló con respecto a la ausencia de regulación de precios.
Claudio Voldanovich, miembro de la Cámara Inmobiliaria Argentina, entró en discusión con Muñoz al tratar de desmentir sus palabras. Al contrario de lo que este afirma, Voldanovich señaló que la ley “reventó el mercado inmobiliario” y que no han recibido casi denuncias por irregularidades. Ante la afirmación de que no hay construcción en la Ciudad por los perjuicios de la normativa, el presidente de Inquilinos lo retrucó: “Pero si toda la Ciudad está en construcción”.
Viviendas ociosas y déficit habitacional
Acorde al informe elaborado por la Mesa de estudio de viviendas vacías en 2021, integrada por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y organizaciones sociales y gubernamentales, 9,2% de las viviendas en CABA están vacías, un índice equivalente al déficit habitacional. El mayor porcentaje está integrado por casas y departamentos ubicados en Puerto Madero, Retiro, Recoleta y Palermo, “lo que evidencia una correlación entre la ociosidad y el precio del metro cuadrado”.
La ocupación es cada vez mayor si las personas alquilan más lejos del microcentro porteño, resultando la zona sur de la Ciudad (Flores, Floresta, Versalles, entre otros barrios) los más elegidos. En contraste, 300.000 personas viven en villas miseria, 7.500 están en situación de calle y el 35% de los porteños alquila su vivienda destinando una porción importante de su salario al pago del alquiler.
Precios en aumento
Mientras, los precios en los inmuebles van en aumento. Acorde al Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso), los inmuebles de un ambiente subieron 6,3% en diciembre pasado, los de dos ambientes se incrementaron 2,6% y los de tres mantuvieron los mismos valores. Esas subas no tienen en cuenta las expensas, que representan aproximadamente el 19% del precio del arrendamiento.
La desigualdad entre los salarios y el alquiler es alarmante. El precio promedio de un monoambiente en Capital Federal se ubica en $34.000, mientras que el salario promedio de un trabajador, que es de $32.000, alcanza para cubrir el 94,1% del alquiler sin incluir las expensas y los servicios básicos. Al pasar a una propiedad de dos ambientes, el valor asciende a $39.000 y en los de tres ambientes, a $60.000.