Con el auge de las tecnologías, hay mucha gente que busca sacar provecho de cada situación. Es de público conocimiento que el delito cibernético existe y siempre hay maneras de ser víctimas por más que se tomen muchos recaudos. Recientemente, Roberto Moldavsky fue víctima de una estafa cibérnitca y brindó los detalles para que la gente tomé los recaudos necesarios ante estas circunstancias.
«Quiero que presten atención al testimonio de Moldavsky porque lo explica claramente» comenzó expresando el periodista de Buenos Días América. Seguidamente, pusieron el vídeo en donde el humorista dio detalles de lo que le sucedió. Roberto Moldavsky empezó su explicación así: «El otro día recibí un WhatsApp por el tema que me tengo que dar la segunda dosis».
Conjuntamente, el comediante manifestó que simultáneamente expresa que le llega un llamado desde la aplicación Cuidar. Esta aplicación es de suma confianza ya que es el método que el gobierno tiene para que se resguarden los datos sobre la vacunación y poseer el pase sanitario al alcance de la mano cada vez que se sale y se solicite.
«Una persona se presenta como médico y me chamuyó muy bien. Yo caí y le di códigos para que me hackeé el WhatsApp y el gmail; si me pedía la cuenta del banco yo se la daba. Estaba entregado, no me preguntés por qué, pero ocurrió» explicó Roberto Moldavsky. Muchas veces sucede que uno confía solamente porque del otro lado del teléfono le atinan a dos cosas y ya creemos en lo que se nos dice por más que seamos los más cuidados y precavidos.
«Al toque me cambió la contraseña del gmail» detalló Moldavsky. Sin embargo, expresó que gracias a unos amigos de Google pudo revertir la situación rápidamente. «Lo más loco es que me volvieron a llamar desde el mismo número» expresó y mostró el número a cámara para advertirles a la gente. Conjuntamente, manifestó que él se dio cuenta de lo que había pasado después de dos horas. En el momento no me caí.
«Tengan cuidado y presten atención» subrayó Roberto Moldavsky. Por último, el comediante hizo una autocrítica y reflexionó: «No me puse mal por lo que me pasó, me puse mal por lo dependiente que soy de mi teléfono, por todo lo que tengo ahí. Toda mi vida está en esto y es una locura. Me dan ganas de anotar todo en un cuaderno y no guardar más datos en el teléfono».
