A partir de este mes, Francia reducirá gradualmente las restricciones adoptadas contra la pandemia del coronavirus, y desde esta semana ya no es obligatorio llevar tapabocas en la calle y no se respetará un aforo limitado en espacios culturales. «Tenemos que seguir atentos, ya que la presión en los hospitales es aún elevada», aseguró el presidente Emmanuel Macron.
Aunque la media diaria de contagios se redujo ligeramente y se sitúa aún por encima de los 300.000, el número de pacientes en las unidades de reanimación de los hospitales se mantiene casi estable, más de 3.700, y las internaciones aumentan, informó Télam.
Las medidas, anunciadas el 20 de enero por el primer ministro, Jean Castex, también incluyen el fin del teletrabajo obligatorio. Otra que se eliminarán, es el aforo para los espectáculos, reuniones públicas o acontecimientos deportivos, que eran de 2.000 personas en salas cerradas y 5.000 en estadios.
La próxima fase comenzará el próximo 16 de febrero, cuando reabran las discoteca, se autoricen de nuevo los conciertos de pie y las consumiciones en las barras de los bares. En cuanto a las escuelas, Macron mencionó un eventual aligeramiento del protocolo sanitario que podría entrar en vigencia después de las vacaciones de invierno, a principios de marzo.
Ante la situación en los hospitales, Francia no fue tan lejos como Dinamarca y Reino Unido, y mantiene el pasaporte de vacunación que permite a los mayores de 16 años poder acceder a lugares de ocio y culturales. Noruega también anunció que levantará la mayor parte de las restricciones, como las limitaciones de aforo en eventos públicos, las restricciones en los centros de enseñanza y eliminará el teletrabajo.