A un mes de su gira por Rusia, China y Barbados, Alberto Fernández canceló una pautada para los próximos días. El motivo: la guerra Rusia–Ucrania. El plan del Presidente era recalar en Medio Oriente con el objetivo de participar en la Expo Dubai de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y avanzar en la búsqueda de nuevas inversiones y, así, la diversificación de la oferta exportadora con los países de esa región.
La invasión rusa en territorio ucraniano hizo que el jefe de Estado pospusiera sus planes y se bajara del viaje, según consignó NA. De hecho, días atrás se dio a conocer oficialmente el itinerario de la gira por Medio Oriente. La misma iba a iniciar el lunes 14 de marzo, con el arribo de Fernández junto a funcionarios nacionales y gobernadores a Abu Dabi, la región más rica de los EAU.
Posteriormente, el martes 15, el titular de la Casa Rosada formaría parte de la celebración del Día de Argentina en la Expo Dubai. Y culminaría con una tercera escala en Arabia Saudita, socio en la región, con quien la Argentina mantiene un saldo comercial favorable que supera los 700 millones de dólares. Finalmente, la que hubiera sido la segunda gira oficial quedó totalmente suspendida.
Gira a medias
A pesar de la postergación de la gira por Medio Oriente, Alberto Fernández se subirá a un avión para una visita diplomática. Será a Chile para participar de la asunción de su flamante par Gabriel Boric. De hecho, el plan inicial era volar desde Santiago de Chile a Medio Oriente. Pero debido al conflicto bélico, el Presidente se verá obligado a retornar a nuestro país para seguir con su agenda habitual.
Por la pandemia del coronavirus, la ceremonia de asunción de Boric contará con un aforo limitado a solamente 500 personas, quienes además deberán presentar su esquema de vacunación completo. En tanto, la primera reunión bilateral con el mandatario chileno se efectuará en un futuro próximo y tendrá como sede la Casa Rosada.
Lo que dejó la visita a Rusia
La última gira internacional que protagonizó el jefe de Estado fue su visita a Rusia, China y Barbados. Como parte del cronograma, Fernández mantuvo encuentros con Vladimir Putin, Ji Xinping y la primera ministra, Mía Mottley. En su diálogo con el líder soviético, cabe recordar que el mandatario planteó que Argentina podría ser la “puerta de entrada” de Rusia a Latinoamérica, lo cual lo hizo acreedor de varios cuestionamientos por parte de la oposición.
La visita a Rusia en la antesala de la guerra
En ese entonces, Putin y Fernández enfrentaban sendas crisis en sus naciones. Rusia mantenía un enfrentamiento diplomático con los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por las intenciones de Ucrania de entrar a formar parte de ese organismo. De hecho, fue el detonante de la invasión rusa.
El Kremlin exigía frenar la expansión del bloque militar hacia el este, mientras que la organización castrense no cedía a la hora de abandonar su política de “puertas abiertas” a la incorporación de otros países cercanos geográficamente a Rusia. De esta manera, Moscú se opuso firmemente a la adhesión de Kiev y dispuso unos 100.000 soldados en su frontera compartida con Ucrania.
Por su parte, Fernández batallaba contra quienes no están a favor del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pues, Máximo Kirchner, el hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández, venía de renunciar horas antes de que el Presidente emprenda el viaje a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos, en protesta por las negociaciones con el organismo.
El principio de entendimiento (ya rubricado desde el jueves) estableció los términos del pago de la deuda de 45.000 millones de dólares que Argentina contrajo durante el mandato de Mauricio Macri. Por ello, las reticencias al interior del partido gobernante presagiaban en ese momento algún tipo de traba para sacar adelante el pacto. Habrá que ver a qué se llega en esta semana, con una iniciativa ya en el Congreso y próxima a debatirse en Diputados.