La relación entre Argentina y Rusia se aleja y se acerca cada vez que desde el Gobierno Nacional emiten un comunicado sobre lo que está aconteciendo en Ucrania. Es que el canciller Santiago Cafiero condenó la invasión rusa, algo que trajo roces con el sector kirchnerista del oficialismo. No obstante, el país continúa con sus negocios con Vladimir Putin.
Según TN, Argentina mantiene los convenios con Rusia, los cuales van desde acuerdos militares hasta cooperación para lanzar naves tripuladas al espacio y analizar el planeta Venus desde la Estación Espacial de China. Es que es de público conocimiento la relación entre el Gobierno Nacional y el presidente Vladimir Putin. Incluso en febrero, Alberto Fernández lo visitó.
Allí, el mandatario nacional le dijo abiertamente a su par ruso que Argentina podía ser la puerta de entrada de Rusia en América Latina. Además, manifestó que uno de sus objetivos era «terminar con la dependencia que existe entre Argentina tanto para con Estados Unidos como para el Fondo Monetario Internacional«. Esto provocó el enojo en el equipo de Joe Biden, dado que era en medio de las negociaciones.
Sin embargo, luego la postura del Gobierno Nacional dio un giro de 180 grados. La llegada de Santiago Cafiero a la ONU y su discurso sobre la condena de la invasión de Rusia sobre Ucrania trajo la primera postura firme de Argentina sobre el tema. Allí, el Ministro de Relaciones Exteriores pidió en repetidas ocasiones que se cese el fuego en Ucrania y que se llegue a una salida pacífica.
Por el otro lado, Argentina mantendría todos sus negocios con el país de Vladimir Putin. Uno de ellos es que se mantiene la adjudicación de 70 trenes eléctricos a la empresa rusa THM. Éstas serían utilizadas para las líneas San Martín, Sarmiento y Roca. La adjudicación se realizó en diciembre de 2021 y se trató de una licitación pública por 864.217.959 millones de dólares.
A su vez, la señal Russia Today seguirá en la grilla de la Televisión Digital Argentina. Este convenio lo firmó Cristina Kirchner en 2014. La señal fue cortada en varios países de la Unión Europea porque transmitían una visión sesgada de los hechos y existía desinformación por parte del gobierno ruso. Además, continuaría el entrenamiento de militares argentinos en Rusia.