Desde que se inició la interna dentro del Gobierno nacional, la imagen de Cristina Fernández de Kirchner se vio afectada en diversos aspectos. La Vicepresidenta sufrió un ataque a su despacho en el Congreso, pegaron carteles acusándola de «asesina» y vandalizaron su estatua en Santa Cruz. Desde Casa Rosada han defendido cada embestida hacia su figura. Sin embargo no se sabe la procedencia de los hechos y el Gobierno aprovecha para acercarse a una tregua.
Este miércoles se conoció que la estatua de Cristina Kirchner había sido atacada. Su imagen se encontraba en el «Paseo de los Presidentes», una obra que contiene la figura de todos los presidentes desde 1983. A dos semanas de su inauguración, la estatua de la ex Presidenta apareció derrumbada. En la provincia del sur aseguraron que prontamente será restaurada.
Desde el Gobierno nacional quisieron usufructuar el hecho y condenaron la vandalización. En este caso fue el Canciller, Santiago Cafiero, quien repudió lo acontecido. «La derecha ha actuado así históricamente en la Argentina. Y cuando se trata de una mujer peronista, son aún más violentos. El peronismo ya lo vivió con Evita y ahora con @CFKArgentina. Los discursos del odio son destructivos, anulas los debates y justifican la violencia», posteó en su Twitter.
Es el segundo ataque que sufre la figura de la Vicepresidenta en la semana. Al inicio de la corriente, la Ciudad de Buenos Aires amaneció con afiches públicos que la acusaban de ser «asesina» y preferir una estrecha relación con Vladimir Putin en vez de salvar vidas. En esa ocasión también salieron desde la Casa Rosada a denunciar el escrache hacia Cristina Kirchner.
El Presidente tuiteó y aseguró que «lo comprometen aún más con la unidad del Frente de Todos». La particularidad de estos mensajes de repudio es que terminan con una suerte de mensaje subliminal. Tanto la publicación de Santiago Cafiero como la de Alberto Fernández, tienen una intención de querer caer bien para zanjar de una vez por todas la interna dentro de la coalición.
