«Las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía aumentaron hasta su nivel más alto de la historia en 2021, a medida que las economías se recuperaban de la pandemia de coronavirus y aumentaba el uso del carbón», manifestó este martes la Agencia Internacional de la Energía (AIE), lo que retrasa aún más la lucha contra el cambio climático.
«La recuperación de la demanda de energía en 2021 se vio agravada por las condiciones adversas del clima y del mercado energético -sobre todo los picos en los precios del gas natural-, que llevaron a que se quemara más carbón pese a que la generación de energía renovable registró el mayor crecimiento de su historia», dijo la AIE en un comunicado.
Las emisiones mundiales procedentes de la energía aumentaron un 6% en 2021, hasta alcanzar un récord de 36.300 millones de toneladas. China, que según la AIE fue el único país que experimentó un crecimiento económico tanto en 2020 como en 2021, fue el mayor impulsor del aumento de las emisiones.
«Solo en 2021, las emisiones de CO2 de China superaron los 11.900 millones de toneladas, lo que supone el 33% del total mundial», dijo la AIE. La subida de los precios del gas en Europa y Estados Unidos también contribuyó al aumento de las emisiones mundiales, ya que a los generadores de electricidad les resulta más rentable quemar carbón, que emite el doble de dióxido de carbono que las centrales de gas, informó Reuters.
«El cambio de gas a carbón aumentó las emisiones mundiales de carbono procedentes de la generación de electricidad en más de 100 millones de toneladas, sobre todo en Estados Unidos y Europa, donde la competencia entre las centrales eléctricas de gas y carbón es más dura», indicó la AIE.