La situación en las calles de Ciudad de Buenos Aires es cada vez más tensa con el correr de las horas. En el segundo día de acampe, y pese a que los efectivos policiales intentaron frenar la avanzada de los piqueteros, estos no solo tomaron la Av. 9 de julio, sino que también cortaron por completo la 25 de mayo (liberada a las 13:30). También está cortada la Autopista Riccheri. El caos se incrementa, además, por la policía que trata de controlar todos los cortes.
Según imágenes transmitidas por distintos medios, tanto los efectivos como los manifestantes están haciendo una pulseada para controlar la calle. A medida que la autoridad policial despeja algunas arterias, los grupos piqueteros se trasladan hacia otros puntos de la Ciudad de Buenos Aires. La Policía Federal no está interviniendo para amortiguar el caos vehicular.
La principal razón por la cual cortan estos grupos es para pedir una ampliación de los planes sociales y un aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM). Según las distintas voces, como la del dirigente del Polo Obrero, la intención es que el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, los reciba en su oficina para buscar algún tipo de solución.
La protesta también va dirigida contra el Gobierno de Alberto Fernández, ante el aumento de precios en los alimentos y la depreciación del salario. Los acampes no solo se dan en CABA, sino también en varios puntos del país, entre ellos, Córdoba. «Por primera vez en la historia del movimiento piquetero hay más de 15 acampes en todo el país. Con esta fuerza vamos a seguir peleando por las reivindicaciones, esta la vanguardia en la lucha para derrotar el ajuste. Le planteamos este camino a la clase obrera», comunicó Eduardo Belliboni.
En tanto, los manifestantes ya denunciaron represión policial para despejar las principales avenidas. Al frenarse el avance de los manifestantes el día miércoles, estos denunciaron «operativo represivo qué impide una manifestación pacífica en medio de una enorme crisis social». El acampe, según expresaron, duraría hasta el viernes.
