El avance militar de Rusia sobre Ucrania ha traído consigo mucho debate a nivel mundial y todos los países han salido a manifestar su posición al respecto. Si bien el repudio es generalizado, Vladimir Putin, presidente ruso, sigue firme en su postura y continúa atacando diferentes ciudades ucranianas. Tal es así que hace varios días se viene hablando de que podría desplegar su armamento nuclear para tomar el control de todo el país.
Esto puso en vilo a toda Europa y el ataque a la central nuclear de Zapoiyia fue una primer advertencia de lo que podía ocurrir. Sin embargo, ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aclaró que «no quiere creer y no cree» que esto sea posible en el corto plazo porque podría representar el fin de la humanidad. Teniendo en cuenta el potencial ruso en este tipo de armas, sus proyecciones no son erróneas.
A su vez, remarcó que le «llama la atención» que se hable de esto porque «sólo los representantes occidentales, principalmente miembros de la OTAN, han sacado este tema«. De esta manera, reconoció que ene el Kremlin no se tiene en cuenta esta posibilidad aunque si aparecen aliados poderosos para Ucrania, nada está descartado del todo para Vladimir Putin.
Por último, el dirigente, según señaló Reuters, explicó que ellos «no planean atacar a otros países» como así «tampoco atacamos a Ucrania«. En este mismo sentido, remarcó que desde el gobierno ruso «han explicado en muchas ocasiones a Ucrania que ha surgido una situación que genera amenazas directas a la seguridad de Rusia».
No les interesan las sanciones
Por otro lado, Sergei Lavrov adelantó que harán «todo lo posible para asegurarnos de no volver a depender de Occidente en aquellos ámbitos de nuestra vida que tienen un significado importante para nuestro pueblo» luego de las numerosas sanciones aplicadas. Más allá de esto, el plan ruso es hacer convenios con China para sostenerse económicamente.