La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció este martes que llegó a un acuerdo con China para una visita, «prevista» en mayo. También dijo que ya había planteado a Pekín sobre los casos de arresto y detención de activistas.
Su visita incluiría una parada en la remota región occidental de Xinjiang, donde los activistas dicen que alrededor de 1 millón de uigures han sido detenidos en masa. China rechaza las acusaciones de excesos y describe los campamentos como centros vocacionales diseñados para combatir el extremismo. A finales del 2019 dijo que todas las personas en los campamentos se habían «graduado».
Bachelet, hablando por mensaje de video en un foro de Ginebra, no hizo referencia a su largamente esperado informe sobre supuestos excesos contra los uigures. Su oficina comenzó a recopilar evidencia hace unos 3 años y en diciembre, su portavoz prometió que se publicaría en unas semanas.
Refiriéndose a China, Bachelet expresó su preocupación por el tratamiento de las personas que hablan sobre cuestiones de derechos humanos que se consideran críticas con las políticas del gobierno chino. «Algunos se habían enfrentado a arresto domiciliario o penas de prisión por cargos penales derivados de sus actividades», dijo la diplomática, informó Reuters.
«Un equipo de avanzada de su oficina partirá en abril para preparar su visita», agregó Bachelet. La expresidente chilena es la primera de un Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en viajar a China, después de la jurista canadiense Louise Arbour en el año 2005.
