Desde hace varias fechas, la Selección Argentina se encuentra con el pasaje en mano hacia el Mundial de Qatar. Algo que obtuvo gracias a un buen funcionamiento que se potenció con la obtención de la Copa América. Sin embargo, Oscar Ruggeri cree que los jugadores no deben confiarse tanto. “Hay que tener cuidado”, manifestó y lanzó una advertencia bastante interesante sobre una experiencia que vivió cuando estaba en actividad.
El libro de estadísticas del conjunto albiceleste señala que la victoria ante Venezuela permitió alcanzar la cifra de 30 partidos sin conocer la derrota. En consecuencia, el récord logrado entre 1991 y 1993 se encuentra casi a la vuelta de la esquina de ser igualado. Ya que los dirigidos por Alfio Coco Basile estuvieron 31 encuentros sin ser derrotados. Esta racha es la que genera ciertas dudas y algunas pesadillas.
“El otro día estaba pensando en eso. Hay que tener cuidado con los invictos porque no sea cosa que se te pase del otro lado. De mantenerlo como sea, y ya perdes la forma de entrar a jugar, llegas a un punto que no importa. Podes decir ‘empatamos y listo’. Lo digo de verdad”, expresó el cabezón en ESPN F90. Sus palabras están autorizadas debido a que formó parte de la racha que por el momento se mantiene vigente.
Y agregó: “Con el Coco Basile había partidos en los cuales nos decían ‘cómo les fue’, y nosotros respondíamos que no perdimos. Y terminamos perdiendo ante Colombia en Barranquilla”. Aquel encuentro que el Cabezón señala fue derrota por 2-1, donde por momentos la Argentina fue borrada del campo de juego. Ese golpe se dio antes del Mundial de Estados Unidos y le sirvió al equipo para saber cómo reaccionar frente a un obstáculo.
El consejo a Messi y Di María
Ambos jugadores señalaron que tras Qatar 2022 piensan analizar seriamente su continuidad con la camiseta de la Selección Argentina. Incluso se animan a pensar en la posibilidad de ponerle un punto final a sus carreras. ¿Qué les dijo Ruggeri? “Tienen que estar tranquilos, jugar el mundial y después ver lo que les pasa”, señaló. Sin embargo, la avanzada edad de los rosarinos genera que el futuro no sea tan claro.