La relación entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner atraviesa el peor momento desde la formación de la alianza en 2019. Impulsado por la apedrada al despacho de la exmandataria en el Congreso y el rechazo de Máximo Kirchner y los legisladores K al acuerdo con el FMI, el quiebre del vínculo entre las dos figuras más relevantes del oficialismo parece haber llegado a un punto de no retorno.
Tras confirmar que la Vicepresidenta no respondió los llamados del Jefe de Estado tras los ataques en el Congreso, la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, volvió a referirse a la relación entre ambos y la interna que se vive en el Frente de Todos. “¿La relación política está en el mejor momento? Bueno, vimos cómo se votó anoche”, expresó la vocera en alusión a los 13 legisladores K que rechazaron el acuerdo.
El posible golpe a las medidas que anunciará Fernández
La tensión entre ambos llegó a un pico máximo en medio de un complejo escenario económico del país. Ahora, uno de los principales desafíos del presidente Fernández es reconstruir su vínculo con la Vice para que las medidas que lanzará hoy en el marco de la “guerra contra la inflación” no carezcan de apoyo del bloque oficialista y se estanquen de inmediato.
No será una tarea fácil, ya que las vías de comunicación con la vicepresidenta están cortadas. Las heridas en el oficialismo por la discusión del acuerdo con el FMI son profundas y no cerrarán de un día para el otro, pero la situación económica apremia y de no mediar comunión interna las medidas no tendrán el impulso deseado.
En este sentido, la vocera empezó a darle rienda suelta a la estrategia de acercar posiciones y buscar calmar ánimos en medio de las críticas constantes del kirchnerismo duro que, a través de dos cartas muy duras -de diputados y senadores- fueron muy críticos con el Gobierno.
El intento ¿imposible? de calmar aguas
En diálogo con Radio con vos, Gabriela Cerruti buscó bajarle el tono a la tensión y separó las cuestiones personales de las de gestión. “Yo separo lo personal del trabajo. No tenemos que ser amigos para gobernar juntos; de hecho no está bueno ser amigos. Lo que está bueno es tener unidad una vez que se toman las decisiones”, enfatizó la funcionaria y remarcó que “es momento” de enfocarse en la batalla antiinflacionaria.
“Es importante para la coalición poder sintetizar estas diferencias y plantearse las peleas más fuertes que tenemos por delante, como la inflación. La situación más grave en la que está abocado el Gobierno tiene que ver con la inflación, la aprobación del acuerdo anoche nos da el margen para empezar hoy”, ahondó la comunicadora.
El fuerte comunicado de los senadores K
Los 13 senadores que responden directamente a la Vicepresidenta publicaron un documento en el que expusieron las razones por las que rechazaron el acuerdo con el Fondo. El comunicado, titulado «Crecer para pagar: ¿Se puede en este contexto?», analiza la firma del acuerdo en medio de la guerra en Ucrania que impulsó el aumento de precios en todo el globo y la imposibilidad de hacerle frente al pago de la deuda en este marco.
Si bien dijeron que pretenden «honrar» las deudas, remarcaron que el impacto social que tendría afrontarla sería profundo. «A pesar de nuestra voluntad de honrar las deudas, sabemos que ajustar a los sectores de ingresos medios y bajos es por definición contraproducentes con los propios objetivos de crecimiento económico», indicaron. En este sentido, cuestionaron el justificativo del «default» planteado por el albertismo y la oposición para aprobar el proyecto.
«Algunos argumentos en defensa de los firmado con el FMI están alineados con la idea de un falso y repetido posibilismo que acuna la disyuntiva del esto es el caos o es esto o el abismo», expresaron, y advirtieron por el «nefasto» resultado de las leyes que se aprobaron de este modo.
¿No hay retorno?
Si bien la relación entre ambos esconde tensiones desde el día cero, hoy la relación entre ambos atraviesa el momento más álgido catapultado por un tema hipersensible para el kirchnerismo como la deuda externa y el FMI. A pesar de la intención del Jefe de Estado de acercar posiciones, en esta oportunidad no se lee una disposición de la Vice de calmar la tormenta, al menos, en el corto plazo y ya se habla de una inminente disolución de la coalición de Gobierno.