El abordaje de la presentación del proyecto del Frente de Todos, avalado por Cristina Kirchner, para aplicar un impuesto a quienes tengan bienes no declarados en el exterior se centró en las repercusiones políticos del mismo, pero quedó afuera un factor central para el avance de la iniciativa. La clave detrás del plan de la Vicepresidenta de la Nación y el rol de Estados Unidos en la trama.
Apenas minutos después de que se anuncie el proyecto a la prensa, la exmandataria nacional compartió una de las imágenes de la semana con la que anunció la reunión con el embajador norteamericano en Argentina, Marc Stanley, y Robert S. Allison, consejero político de la Embajada norteamericana. En el encuentro, la Vice planteó una agenda clara, centrada en el lavado de dinero y la salida de capitales.
Estados Unidos es uno de los principales destinos del dinero fugado al extranjero por los argentinos, de acuerdo a la presentación del periodista Iván Schagrodsky por la señal de C5N. Asimismo, el ala kirchnerista suele hacer énfasis en la importancia del intercambio de información para dar con los evasores y se jactan de no tener miembros involucrados en investigaciones sobre cuentas en paraísos fiscales. Lease Paradise Papers, Panama Papers, Pandora Papers, entre otros.
Justamente, aquí radica una de las claves del encuentro con Stanley, como así también del proyecto para ir contra los evasores. Desde 2016, Argentina cuenta con un acuerdo de información tributaria con EE.UU. Sin embargo, este no sería el mecanismo ideal para avanzar con la iniciativa sino que sería necesario avanzar en acuerdos FATCA, por las iniciales de la legislación estadounidense que los habilita (Foreign Account Tax Compliance Act).
Qué es el FATCA
Se trata de una Ley de Cumplimiento Fiscal para Cuentas en el Extranjero que los Estados Unidos aprobó en 2010 y “exige a entidades financieras extranjeras de todo el globo que informen los detalles bancarios de cuentas de clientes que sean ciudadanos estadounidenses”. No obstante, este acuerdo es, hasta el momento, unidireccional: la información sólo va desde Argentina hacia EE.UU y no retornan los datos que necesitaría el proyecto de CFK.
En consecuencia, este sería el primer paso para concretar la iniciativa. Este tipo de acuerdo con Washington han avanzado con países de la región como Brasil y Colombia, e incluso “con países con instituciones mucho menos desarrolladas o reñidas con los valores occidentales, como Vietnam, Turkmenistán u Honduras”. Es decir, en principio no sería complejo si se mantiene una buena relación bilateral.
