El Conicet realizó un estudio en el 2021 sobre los discursos de odio en la Argentina y su aceptación. Según la investigación, la mitad de las personas entre 25 y 40 años son menos propensos a desaprobarlos y un 31,1% los acepta como válidos. Esto explica una de las causas de la masiva adhesión de los jóvenes a ciertas banderas que pregonan la discriminación, según la ideología política.
«En este trabajo entendemos por discursos de odio a cualquier tipo de discurso pronunciado en la esfera pública que procure promover, incitar o legitimar la discriminación, la deshumanización y/o la violencia hacia una persona o un grupo de personas», explica el estudio que utiliza una técnica cuantitativa y cualitativa (con focus group) para analizar los datos.
Los grupos odiadores buscan atacar a otras personas por diferentes motivos, ya sea religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social. «Estos discursos frecuentemente generan un clima cultural de intolerancia y odio y, en ciertos contextos, pueden provocar en la sociedad civil prácticas agresivas, segregacionistas o genocidas», indica el documento del Conicet.
Cuando se mira la aprobación, desaprobación o indiferencia hacia los discursos de odio, según el grupo generacional, se advierte que entre la población millennial (personas entre 25 y 40 años) hay una mayor predisposición a aceptar este tipo de discursos (31,1%) y una menor propensión a criticarlos o desaprobarlos (51%).
Los baby-boomers (56 a 74 años) son quienes menos apoyan los discursos de odio (19,6%). En los centennials de (15 a 24 años), la aprobación hacia el odio es menor, pero es por encima de la población general (26,5%). Por lo tanto, el estudio concluye que los jóvenes entre 18 y 40 años son más propensos a aceptar los discursos de odio.
¿Por qué los jóvenes suelen aceptar las banderas del odio?
«Hay un sector de la sociedad que no vivió uno de los procesos que sí vivimos algunos de nosotros (la última dictadura militar); porque los discursos de odio son una herramienta que en algún momento se dispara contra la gente», explicó la directora del Inadi, Victoria Donda, que busca crear cursos en escuelas e institutos para concientizar sobre el asunto.