Éramos pocos hasta que reapareció Felipe Solá. El ahora excanciller fue uno de los desplazados del Gobierno tras la derrota del oficialismo en las últimas elecciones legislativas. Su lugar en el Gabinete lo ocupó Santiago Cafiero, quien hasta entonces era el ministro coordinador. Como es de público conocimiento, Solá se enteró de la noticia en medio de una misión en México, la cual, enojado, interrumpió y retornó al país. Este lunes, el peronista contó el trasfondo del “despido” y dejó en offside a Alberto Fernández.
Fue en el programa Hora Pico (C5N), donde al exministro de Relaciones Exteriores le consultaron sobre las diferencias que mantiene con la actual administración, en especial con el Presidente y la vicepresidenta, Cristina Kirchner. En primer lugar, Solá aclaró: “Yo no tuve diferencias con la vicepresidenta en temas que planteara. Rotundamente no”, enfatizó.
Y disparó: “Los problemas los tuve con el Presidente. Problemas de desacuerdos en las formas, etcétera. Las formas en un Gobierno son tan importantes, como el Fondo (Monetario Internacional). Se sabían de los desacuerdos que teníamos, pero ya fueron”, señaló Solá, quien, seguidamente, habló de cómo un ajuste iba a conducir a una derrota en los comicios de medio término.
“Epa, hay un ajuste”
En esta línea, recordó una de las cartas de Cristina Kirchner en donde la líder del Instituto Patria advertía el ajuste y sostenía que no era conveniente que el crecimiento “se lo apropien cuatro vivos: crecimiento descomunal y distribución pésima”, según le replicó el periodista Alejandro Bercovich. Solá se acercó un poco más a esta última idea, parándose en la vereda opuesta al Presidente.
“’Ganando tiempo’ en la negociación con el Fondo, el ministro de Economía (Martín Guzmán) decidió, sin que fuera para mi modo de ver una decisión política de una mesa del Frente de Todos, ir ajustando como mirando para otro lado, ir bajando el déficit, y eso fue visto desde el kirchnerismo, desde Cristina para mí, como ‘Epa, hay un ajuste’. Cuando no se hablaba de ajuste, Cristina hablaba de ajuste porque había un ajuste”, analizó.
“No es tan afecto a la autocrítica”
Sobre el cierre de la entrevista, Solá dejó en offside a Alberto Fernández al considerar que su “Gobierno no es un gobierno tan afecto a la autocrítica”. “No existe en el Gabinete un ambiente de libre circulación de pensamientos, para nada”, expuso el excanciller, al tiempo que recalcó: “Eso es muy común en los gobiernos. Pero a veces eso empobrece a un gobierno y otras, lo enriquece”.
“Por un leal”
Por último, al ser consultado sobre su reemplazo en la Cancillería (por Cafiero), Solá lanzó: “Cuando yo era gobernador (de la provincia de Buenos Aires), había varios ministros que me interesaba mucho más que fueran lúcidos y capaces a que fueran leales. Porque pensaba: ‘Al de abajo qué le importa, que sea leal a mí o que sea capaz en lo que hace’”. “A mí me reemplazaron por un leal, claramente, que tenía que buscar lugar porque si no se quedaba afuera”, sentenció el exfuncionario.
Breve e incómodo silencio
“Necesito tu renuncia”, le dice Cafiero a Solá, mientras éste se encuentra esperando una reunión de la Celac en México. “¿Qué? ¿Mi renuncia? ¿Por qué?”. “Vos sabes, Felipe, que aquí se están produciendo cambios”, le explica Cafiero. Solá, casi sin entender la situación, reprocha: “Esperaba que el Presidente hubiera tenido la deferencia de pedírmela en persona y darme las razones”.
“Estoy ahora en una misión internacional encargada por él. Decime, Santiago, ¿sabés quién me va a reemplazar?”, le pregunta el entonces canciller a quien era jefe de Gabinete. En ese momento, se hace un breve e incómodo silencio hasta que llega la respuesta: “Yo”. Y terminó el contacto telefónico entre Cafiero y Solá, según reconstruyó NA a partir de fuentes de la Casa Rosada, sobre cómo se dio el desprolijo desplazamiento de Solá del Gabinete.