El Gobierno, de la mano de la Secretaría de Comercio Interior, decidió ponerle un freno a la nueva política de privacidad de WhatsApp por presunto «abuso de posición dominante«. La medida, que se aplicará en todo el territorio de Argentina, se dispuso mediante la Resolución 224/2022, publicada este lunes en el Boletín Oficial, que extiende la vigencia de la resolución 492 de 2021, dictada por la exsecretaria de Comercio Interior, Paula Español.
Los argumentos para evitar esta implementación, acorde informó Télam, se basan en el recorte a los usuarios de su “derecho a la autodeterminación informativa por no tener opciones reales de autoexcluirse de la mencionada actualización, de la recolección excesiva de sus datos, de su procesamiento y de que esos datos sean compartidos con otras empresas». Además, hay sospechas de que la política permitiría la sustracción de más datos personales para la elaboración de metadatos.
Según la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), se utilizaría esto último “para perfilar usuarios/compradores, es decir, para generar un activo difícilmente replicable por competidores potenciales. O, en otras palabras, para generar barreras de entrada en el mercado de publicidad online; todo ello en probable violación al régimen de defensa de la competencia».
La plataforma es la más elegida y utilizada por los usuarios digitales para comunicarse. Se utiliza tanto para charlas informales y personales, como para grupos de estudio, trabajo e, incluso, ámbitos comerciales y empresariales. El CNDC determinó que WhatsApp “tiene una penetración que supera el 76% de los teléfonos móviles de nuestro país”, en comparación con otras apps como Telegram.
La decisión sobre WhatsApp
Por ese motivo, la Secretaría de Comercio Interior prohibió el intercambio de «los datos, metadatos y todo otro tipo de información proporcionados por los usuarios de WhatsApp Messenger o recopilados automáticamente por Whatsapp LLC, con otras empresas y plataformas controladas por Meta Platforms INC, incluso en los casos de usuarios que hubieran aceptado la actualización». Instagram y Facebook son dos de las plataformas que Meta tiene.
La información se recopila a través de simples búsquedas o menciones que el usuario de internet realiza en internet. De allí que, con la obtención de datos de una manera muy simple, las redes sociales ofrecen servicios y contenido de interés a la persona que interactúa allí. De ahí que no sorprende ya la cantidad de información sensible que nuestro teléfono conoce y que nosotros compartimos sin querer.