El conflicto entre Rusia y Ucrania impacta en Argentina no solo en el faltante de trigo y materia prima en el rubro de panadería, sino también en las exportaciones. Por la caída del rublo y el default, se frustró una transacción comercial con Rusia para exportar peras y manzanas rionegrinas. Las frutas debían ser desembarcadas en el puerto de San Petersburgo.
Según informó el sitio «Bichos de Campo», se trata de un embarque de 35 toneladas de esas frutas que salieron desde San Antonio Oeste, en Río Negro, y tenían diferentes destinos. La operación se hizo inviable, ya que el desplome del rublo a raíz de la invasión provocó un descenso en su precio en dólares. Ahora, deberán buscar nuevos destinos para estos productos.
La importancia de Rusia para Argentina
Rusia es uno de los principales importadores de fruta argentina. Acorde precisó la agencia, hasta hace poco una caja de peras destinada al mercado de Moscú podía colocarse entre los 2200 y los 2400 rublos por tonelada, es decir, alrededor de 30 dólares por tonelada. No obstante, esa cifra bajó 17 dólares, más de la mitad de lo que usualmente se negocia.
La Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) monitoreaba la situación con la idea de que el conflicto sería de corto plazo. “Es un tema que se monitorea minuto a minuto, porque Rusia para nosotros representa un mercado muy importante. Es el 21% del total de las exportaciones de manzana y pera, y en particular el 25% de la exportación de pera”, sostuvo el gerente del organismo, Marcelo Loyarte.
Ahora, se deberán buscar otras opciones para no perder la materia prima ni los costos de producción y traslado. Los embarques de fruta intentarán reorientarse al puerto de Rotterdam, aunque eso no supone ninguna garantía por la sobreoferta de mercadería que se está derivando a ese mercado. El comercio exterior podría empezar a operar en baja.
¿Posible crisis agropecuaria?
El director del BCRA, Miguel Pesce, advirtió este miércoles a la mañana sobre una crisis que no solo afectará al país, sino también al mundo. “Estamos en una crisis global de una profundidad inusitada. Creo que puede tener consecuencias tan graves o mucho más graves que la crisis de 2008-2009 porque estamos ante una crisis estructural, no financiera”.
Entre las especulaciones y el cambio de estrategias para comercializar, Argentina se encuentra en una fase donde tendrá que redefinir su modelo de exportaciones. Hay un cambio de paradigma en el mundo y las nuevas decisiones económicas, como la posible negociación de Estados Unidos con Venezuela. Argentina deberá adaptarse a las nuevas demandas y obstáculos, algo que está empezando a ser discutido en algunos ministerios.