La guerra entre Ucrania y Rusia se desarrolla, entre otros frentes, en el plano informativo. En las últimas horas fracasó por segunda vez el intento de salida de civiles en la ciudad de Mariupol, un pedido impulsado por el mundo entero en medio de la escalada de violencia. Mientras Kiev acusa que no se pudo llevar a cabo por los ataques rusos, Moscú habla de un «sabotaje».
«No puede haber corredores seguros porque la mente enferma de los rusos decide empezar a disparar», escribió el asesor Anton Gerashchenko en Telegram sobre el segundo intento que se hizo este domingo de acuerdo a la información de Télam. Ayer había fracaso la operación debido a que las tropas de Vladimir Putin no cumplió el alto al fuego acordado y atacó objetivos civiles.
Por el contrario, desde Moscú insisten en que la salida de civiles no se concretó por un «sabotaje de nacionalistas» ucranianos. El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó la atención «sobre el hecho de que Ucrania sigue sin respetar los acuerdos conseguidos sobre cuestiones humanitarias» y dijo que «los nacionalistas ucranianos impidieron la evacuación» de Mariupol y de Volnovaja, una ciudad cercana.
Otras denuncias de sabotaje
Tras el ataque e incendio a la la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, el Kremlin dijo que el fuego fue producido por un grupo ucraniano para que el mundo impulse la condena contra Moscú. Según esgrimió el gobierno de Putin, Rusia tiene el control de la central desde el 28 de febrero y en ningún momento realizaron acciones que podrían haber impulsado una trágica reacción nuclear.
En este sentido, expresaron que el incendio fue impulsado por un grupo de “de saboteadores ucranianos” que abrieron fuego contra las fuerzas rusas y “al retirarse prendió fuego el edificio, por lo que los bomberos debieron trasladarse al lugar para extinguir las llamas”. En tanto, desde Ucrania subrayaron que «ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares».
Días atrás, el Presidente de Ucrania había denunciado la presencia de «grupos de sabotaje» rusos en Kiev. A fines de esta semana, Occidente precisó que Putin habría convocado a un grupo de mercenarios y fuerzas especiales chechenas para avanzar en la capital ucraniana.
Por un lado, el Kremlin habría convocado al llamado grupo Wagner, 400 mercenarios que ha participado en guerras como la de Siria y que se encuentran desde hace semanas en suelo ucraniano. Esta fuerza paramilitar privada desembarcó desde África. En paralelo, Putin ordenó el desembarco de fuerzas paramilitares especiales chechenas.
Reunión Putin- Macron
Este domingo Putin dialogó con su par francés, Emmanuel Macron, y le remarcó que su país no se opone a una reunión con Ucrania para dialogar sobre el peligro nuclear en medio de la escalada en la tensión. «La seguridad física y nuclear de la central está firmemente garantizada. Los intentos de culpar a los militares rusos por el incidente forman parte de una campaña propagandística cínica», subraya el Kremlin en un comunicado.
El nuevo contacto se produjo este domingo luego de dos conversaciones previas que resultaron infructuosas, en las que el líder ruso no se bajó de ninguna de sus demandas, es decir, el desarme del ejército ucraniano y la instalación en el país de un gobierno “neutral”. Este lunes comenzará la tercera ronda de negociaciones en medio de un escenario donde se anticipa un inminente ataque de Moscú a un puerto clave al sur de Ucrania.