La invasión de Rusia a Ucrania provoca, que día a día, miles de personas huyan del país en busca de un sitio más seguro. Si bien el principal lugar al que quieren llegar es Polonia, también van hacia otras naciones como Rumania, por ejemplo. En ese marco, Eric Leichner, coordinador de emergencias de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (Adra), describió a la situación como «muy preocupante».
En diálogo con CNN en Español, el entrevistado habló de «una crisis humanitaria» y precisó que desde la organización «evacuamos a las personas que están en las zonas de Ucrania más afectadas por el conflicto hacia regiones más seguras». «Por eso, hay refugios en los sotanos de las escuelas, de las iglesias», indicó.
«También les brindamos asistencia en efectivo para que puedan cubrir algunas de las necesidades básicas que son muy variadas y diversas», señaló y detalló que «pueden ser desde el transporte hacia la frontera o una noche en algún cuarto para que esa persona pueda descansar». En esa línea, contó que «ya desde el lado de Rumania, muchas familias ofrecieron sus cuartos para que las personas puedan hospedarse y pasar la noche».
Al ser consultado acerca de si esta situación es diferente a otras que Adra haya atendido, el entrevistado remarcó que «esta emergencia llama poderosamente la atención por la rápidez con que se está generando esta movilidad humana». En ese punto, resaltó que «ya han cruzado la frontera entre 2.1 y 2.5 millones de personas» y sostuvo que «es un número muy grande en tan poco tiempo».
«Falta de alimentos y medicinas en Ucrania»
«Y esa cifra es sin contar la cantidad de personas desplazadas dentro de Ucrania», aclaró y por lo tanto, hizo hincapié en que «la situación es compleja y hay un gran desabastecimiento dentro de Ucrania». «Faltan insumos básicos como medicinas, insumos médicos para tratamiento de trauma, alimentos», puntualizó y en consecuencia, subrayó que «la situación es muy crítica por la evolución negativa que está teniendo tanto dentro de Ucrania como en todas las personas que están saliendo a los países fronterizos».
Frente ese panorama, marcó que «recibimos principalemente a una población que es extremadamente vulnerable: mujeres solas con niños y adultos mayores» y aseguró que «en la frontera vemos pasar constantemente mujeres con niños e incluso menores solos no acompañados, que ni siquiera pueden comunicarse porque no conocen el idioma». A su vez, «muchos no tienen ni siquiera un lugar a donde ir y otros tienen problemáticas en cuanto a papeles y cuestiones legales para poder continuar fuera de Rumania», añadió.
