Alberto Fernández rompió hoy el silencio sobre su relación con Cristina Kirchner y en declaraciones radiales, aseguró que él «no es un títere de nadie» y que «no existe la Presidencia colegiada». Sus dichos encendieron aun más las versiones que afirman que su vínculo con la vicepresidenta está cada vez peor. En ese sentido, hoy el periodista Hugo Macchiavelli no se quedó atrás y definió como «tóxica» a la relación entre ambos dirigentes.
Esta mañana en el ciclo de LN+,conducido por Luis Majul, el comunicador remarcó que «el 19 de mayo, no dentro de mucho tiempo, es el día formal en el que se cumplirán tres años de que Cristina haya elegido a Alberto Fernández como candidato a presidente» y afirmó que «la elección de Cristina, fue una elección de conveniencia».
«Cristina lo eligió, pero en el fondo no quiere que le vaya bien», aseveró e hizo hincapié en que «ella lo elige por conveniencia, para una fórmula ganadora» y añadió que «de hecho una de las frases de una de las fuentes más cercanas a Cristina fue nadie vio salir a Cristina Fernández por arriba del laberinto». Además, subrayó que «hay un resentimiento histórico que viene de las críticas que hizo Alberto Fernández después de que fue jefe de Gabinete».
«Críticas muy fuertes, incluso la vinculó con causas de corrupción», recordó y aseguró que «en el ala kirchnerista, fuentes muy cercanas a Cristina Fernández, dicen nosotros siempre odiamos a Alberto». Como segunda cuestión, marcó que «Alberto no pudo satisfacer una de las demandas de Cristina y le prometió algo que no pudo cumplir» y reveló que «se trata del plan judicial».
Sin andar con vueltas, afirmó que «Cristina quería zafar de las causas judiciales», pero por el contrario lo que sucede es «que todas las causas van avanzando. Sobre todo las de la obra pública con declaraciones en contra tanto del mandato de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández», resaltó y adelantó que «la condena inminente de este año es la de la obra pública».
Además de que «no puede darle la impunidad a Cristina, tampoco puede romper la dependencia psicológica que tiene con ella», aseguró y puntualizó que «esta lealtad implica que ella lo elige a él, pero que de algún modo, él está todo el tiempo orientado por los desaires de la vicepresidenta». «Esto quedó expreso y de manifiesto en la última nota de (Horacio) Verbitsky en donde dice que cada cual juega su juego», enfatizó.
Es así como «Cristina al no responderle pone en evidencia la debilidad de Alberto en términos de su propia autoridad de mandato», remarcó y por lo tanto, sostuvo que «el mayor poder del Frente de Todos aun hoy sigue cayendo sobre Cristina». Por si esto fuera poco, el periodista no dejó lugar a dudas y aseveró que «en el fondo se siguen despreciando como cuando Alberto se fue» del Gobierno de Cristina.
«Pero hay un elemento que surge de las fuentes del Gobierno que es que Máximo Kirchner todo el tiempo, incluso en la Quinta de Olivos, lleva a cabo expresiones muy denigrantes hacia el presidente», subrayó y aclaró que «muchas no se reprodujeron porque obviamente hay que cuidar cierta figura institucional y presidencial».
Para concluir, Macchiavelli puso el foco en «el resentimiento de Máximo Kirchner con Alberto Fernández por la utilización del nombre de su papá en vano», debido a que, «consideran que el nombre de Néstor Kirchner es una especie de nombre sagrado y Máximo cree que el presidente lo usa de manera conveniente para hacer su política» y recalcó que «está muy mal visto por Máximo y también por la vicepresidenta».