Este jueves 24 de marzo se cumple un mes desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania y la principal pregunta que surge es ¿cuándo finalizará? Expertos internacionales que reunieron informes y evaluaron el día a día del conflicto bélico más grande desde la 2da Guerra Mundial, plantearon cinco posibles caminos para el desenlace de la disputa.
1- Victoria de Rusia
La primera alternativa es una victoria de Rusia. Desde el inicio de la invasión, Moscú avanzó desde distintos flancos y en dirección a las principales ciudades de Ucrania. Y aunque no ha podido capturar ninguna y la velocidad del ataque se ha reducido, las tropas de Vladimir Putin mantienen una clara superioridad militar sobre Kiev en términos de efectivos y equipamiento.
A pesar de la ayuda militar que Ucrania recibe de Occidente y las sanciones contra Moscú, la ofensiva rusa aún es importante. Sin embargo, el escenario “optimista” para el Kremlin está pronto a llegar a su fin por lo que corren a contrarreloj para lograr una victoria que desencadenaría en la imposición de un gobierno prorruso en Kiev.
De este modo, cumplirían todos los objetivos de Moscú: consolidación de la anexión de Crimea, reconocimiento de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, desarme del ejército de Ucrania, y fin de las iniciativas de ingreso de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea, precisó el informe de la CNN en Español.
2. Victoria de Ucrania
Los ucranianos han demostrado unidad y voluntad de pelear. Incluso, el presidente Volodimir Zelenski se ha negado a abandonar la capital Kiev a pesar de ser unos de los blancos principales de la ofensiva de Rusia, quien ya habría intentado asesinarlo en más de una decena de oportunidades. A este escenario se le suma la inyección anímica de la desaceleración de la ofensiva rusa y las sanciones que aplicó el mundo a Moscú.
«La economía rusa probablemente no sobrevivirá bajo el peso perpetuo de las sanciones actuales y futuras», dijeron expertos. En este escenario, el esfuerzo militar ruso colapsa y Ucrania monta contraataques a través de los cuales recupera parte o todo el territorio perdido. Además, la presión internacional para arreglar una salida pacífica, sumado al debilitamiento militar ruso, podría abrir un escenario favorable a Moscú. El fin sería un acuerdo de paz por el cual Rusia retira sus tropas y sus pretensiones sobre el país.
3. Salida negociada
Respecto a las conversaciones, las delegaciones de Ucrania y Rusia han realizado varias rondas de conversaciones para alcanzar una salida pacífica. Tras los últimos encuentros, ambas partes han afirmado que se ha logrado cierto progreso. Incluso, desde Moscú advirtieron que había «una cierta esperanza de alcanzar un acuerdo».
A estas señales se suma un cambio de discurso en Zelensky en cuanto a la posibilidad de ingresar en le OTAN. “Durante años hemos estado escuchando que la puerta está supuestamente abierta (a la membresía de la OTAN) pero ahora escuchamos que no podemos entrar. Y es cierto, y hay que reconocerlo”, dijo el miércoles.
En este escenario, las conversaciones se convierten en una negociación seria que logra en el tiempo un acuerdo de alto al fuego basado en concesiones para ambas partes. El acuerdo pondría fin a la guerra, pero no traería necesariamente una solución a la cuestión otros conflictos entre ambas partes.
4. Escalada descontrolada
Otra chance es que se profundice la escalada de violencia que se registró durante los últimos días a raíz de la decisión Putin de rechazar cualquier retirada. Incluso, desde Occidente y advirtieron por la profundización del conflicto mediante el uso de armas nucleares tácticas.
Sin embargo, también podría llevar a amenazas de usar armas nucleares estratégicas contra los miembros de la OTAN, a los que Putin considera ya enemigos por su ayuda militar prestada a Ucrania. Las consecuencias podrían ser inimaginables para el planeta.
5. Estancamiento
El último desenlace es que este escenario se mantenga por más tiempo. Rusia intenta avanzar y Ucrania resiste, las conversaciones de paz no progresan, y el conflicto tiende a convertirse en una guerra de posiciones, similar a la que desde 2014 enfrenta a los separatistas en Donbás y al gobierno de Ucrania, que podría durar años.
Al mismo tiempo, una guerra larga en Europa podría generar, entonces efectos desestabilizadoras en toda la región, similar a los casos de la disolución de Yugoslavia en la década de 1990, o las guerras de Iraq, Siria y Yemen en Medio Oriente.