La tragedia que está sucediendo en Ucrania, por la invasión de Rusia, se lleva todas las luces de la opinión pública. El avance de las tropas de Vladimir Putin hicieron que la pandemia quede a un lado. Cuando todo parecía aplacarse por la vacunación, en China alertaron un fortísimo rebrote. Unos 30 millones de habitantes quedaron confinados por la variante Ómicron.
El virus parecía que de a poco iba quedando atrás. Aquellas extensas cuarentenas, los cuidados extremos y el uso de barbijo, formaban parte del pasado en gran parte del mundo. Sin embargo, en el corazón del coronavirus, China, hubo una tremenda escalada de contagios. Tal es así que supera las cifras de cuando se dio a conocer el nuevo virus en Wuhan.
El aumento de positivos llevaron a que ciudades tuvieran que cerrar y confinar a los habitantes. En las últimas 24 horas se contabilizaron 5.280 casos de Covid-19. Es por eso que hasta el momento 13 ciudades decidieron recluirse. Otros lugares del «gigante asiático » cerraron parcialmente. Científicos asumen, igualmente, que la cepa que recorre el país es la variante Ómicron.
«El reciente brote de Covid y las nuevas restricciones, en particular el confinamiento en Shenzhen, pesarán sobre el consumo y causarán interrupciones en el abastecimiento a corto plazo«, sostuvo, según C5N, el analista Tommy Wu, de Oxford Economics.
En la potencia de Asia se busca que haya «cero Covid». Esto quiere decir que, cualquier mínimo brote, se cierran con medidas severas. En otros países los casos superan holgadamente los que tiene China, pero no hay tanto recelo por lo que pueden ocasionar ese grupo de personas que están contagiadas, que se confinan a todos los ciudadanos. .