La invasión de Rusia a Ucrania puso a Vladimir Putin en el centro de la escena y no solo él pasó a estar en el ojo de la tormenta, su fortuna también. Si bien el presidente ruso sostuvo que gana140.000 dólares por año, un informe de Drew Griffin en CNN en Español, reveló que el mandatario podría ser el dueño de un lujoso palacio.
El palacio está en la costa del Mar Negro y tiene 17.600 metros cuadrados. «Desde el aire se ve una iglesia, una casa de té y un anfiteatro», precisó la investigación y agregó que «al parecer, una zona subterranea de hockey». «También hay una zona de exclusión aérea y marítima», indicó y remarcó que «parece el palacio de un rey».
En esa línea Maria Pevchikh, directora de investigaciones de la oficina anticorrupción de Alex Navalni, opositor al líder ruso, subrayó que «este palacio es prácticamente un símbolo de la mini Rusia de Putin» y aseguró que el jefe de Estado «ya no se ve a sí mismo como un empleado del Gobierno, como un figura electa, se ve como un zar», es decir, «como un rey».
«Como se sabe un zar ruso se merece un palacio», señaló. Ante estas declaraciones, el canal dejó en claro que «CNN no pudo verificar de manera independiente la conexión de Vladimir Putin con este palacio», pero hizo hincapié en que «el vocero del presidente niega que Putin sea dueño de este u otro palacio». Sin embargo, Pevchikh aseguró que «fue pagado por oligarcas rusos, por empresas estatales rusas».
En consecuencia, aseveró que «el dinero del pueblo ruso, de la gente común y corriente, fue robado y desviado para la construcción de esta cosa espantosa en el Mar Negro». En ese sentido, un denunciante anónimo afirmó que «el dinero proviene de un fondo corporativo ruso que solicitó donaciones de caridad a los oligarcas rusos».
«Vladimir Putin puede quitarle todo a un oligarca»
Jill Dougherty recalcó que «corren rumores de que Putin es el hombre más rico en el mundo» y sostuvo que «podría serlo». «Es muy difícil tratar de entender cuál es su riqueza y dónde está», explicó. Respecto al palacio, CNN resaltó que «se rumorea que valdría más de 100 mil millones de dólares», pero detalló que «según los registros oficiales, Putin declara un apartamento de 75 metros cuadrados, unos pocos autos y un modesto salario de 140.000 dólares en 2020».
«Pero los datos oficiales son irrelevantes porque los observadores rusos dicen que Putin controla Rusia y decide quién recibe dinero y quién no», subrayó el periodista Tom Burgis y añadió: «Quién dirige una empresa, quién se queda con las ganancias y cómo se transfiere la riqueza». «Todo es de él cuando lo pide, es como un padrino», remarcó.
«Al final de cuentas, Vladimir Putin puede quitarle todo a un oligarca, no importa cuán ricos o influyentes parezcan», afirmó, debido a que, «dependen de él». En ese marco, el exiliado Mikhail khodorkovsky, quien fue condenado por evasión impositiva y fraude a 10 años en una prisión rusa, sostuvo que pasó ese tiempo tras las rejas «por no seguirle el juego a Putin» al que describió como «paranoico y peligroso» y es por eso, que «hay que frenarlo», aseguró.
«Todas las cuentas de todos los oligarcas, que funcionan como la billetera de Putin, deben de ser frenados», manifestó y agregó que «deben sentir el dolor ahora mismo y eso debe seguir hasta que termine la guerra». Frente a esas declaraciones, CNN recordó que «las sanciones impuestas por Occidente dificultaron que los magnates rusos puedan hacer negocios fuera de Rusia» y sumó que «dentro de Rusia, la economía muestra señales de desplome».
¿Putin perderá el poder?
«Pero erosionar el brutal control de Putin sobre el poder por la vía económica llevará tiempo», advirtió y añadió que «los observadores creen que la estrategia de Putin va mucho más allá del enriquecimiento personal». En ese punto, Dougherty indicó que «él quiere reconstruir a Rusia como un gran poder» y explicó que «casi que hay que regresar a los días de los zares para entender eso».
Para concluir, el informe destacó que «en la puerta del palacio hay colocado un símbolo de un aguila de dos cabezas con corona, un símbolo de Rusia, similar al aguila de dos cabezas con corona que está arriba del portón del palacio invernal, que perteneció al último zar de Rusia».