En la noche de ayer el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto abrió una investigación contra Carlos Foradori. El mencionado fue vicecanciller en el gobierno de Mauricio Macri y está acusado de haber estado «borracho» a la hora de firmar un acuerdo sobre la explotación del suelo en las Islas Malvinas según los relatos de los diplomáticos del Reino Unido que participaron en la reunión.
Esto salió a la luz en el libro de Alan Duncan aunque ahora todo será material para analizar e investigar. Mientras tanto la abogada Valeria Carreras amplió la denuncia por «traición a la patria» contra el exmandatario por ser el responsable de haber elegido al exfuncionario para el cargo según Télam. En aquel acuerdo decidieron «remover todos los obstáculos que limiten el crecimiento económico» sobre las islas.
Este pacto se cerró en la Embajada británica en Buenos Aires, la cual tiene una bodega en su subsuelo. Según el relato de Duncan, basado en la confesión de Mark Kent, «a medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban. A eso de las 2 de la mañana nos dimos la mano con un acuerdo general«, en septiembre del 2016.
Al estar bajo la conducción de Mauricio Macri, culpan al expresidente de también ser responsable de este hecho. Lo que ocurre es que en el libro también agregan que el exmandatario le dio su «bendición» al acuerdo y aparece como uno de los involucrados en la cuestión. De todos modos, Foradori desmiente que esto sea cierto y sostiene que recuerda las negociaciones.
La confesión de Mark Kent que ayuda a Mauricio Macri
Ante esta llamativa noticia, Mark Kent le envió un mensaje a Eduardo Feinmann que lo mostró al aire en LN+. En el escrito el embajador británico niega el relato y asegura que Foradori no estaba alcoholizado y que el trato que recibieron en 2016 fue muy bueno. De esta manera, hay posiciones cruzadas en esta cuestión que tiene a Mauricio Macri en el ojo de la tormenta.
«El comunicado conjunto fue elaborado por funcionarios de varios países en varias reuniones. No se terminó de definir en la reunión informal de la residencia británica. Sino al día siguiente con la aprobación final de la canciller Malcorra. Mi recuerdo es que aquella noche Carlos Foradori solo tomó agua y no vi a ningún miembros e la delegación argentina en estado de ebriedad. Tampoco es cierto que Foradori me haya llamado al día siguiente. En todos mis encuentros Foradori se ha comportado de manera profesional que también lo pueden atestiguar al menos otros cuatros diplomáticos argentinos que participaron en aquella reunión», aseguró.