El Gobierno anunció días atrás que la vacuna contra el coronavirus producida en Argentina pasará a fase 1 y será testeada en seres humanos, un paso fundamental para su aprobación final en unos meses. Este fármaco forma parte de una segunda generación de antídotos contra Covid-19 que reúnen una serie de características y se extienden cada vez más en el globo.
De acuerdo a los expertos, los objetivos apuntan a que sean más fáciles de producir, almacenar y administrar, que protejan contra más de una variante y que incluyan inmunización contra otros virus. En este último caso, se citó como ejemplo la posibilidad de que pueda incluir antídotos para la gripe u otro virus sincitial respiratorio.
La infectóloga Miriam Rozenek, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explicó en declaraciones a Télam que «a este grupo de vacunas que son nuevas o que se dan sobre los desarrollos previos y que buscan alguno o varios de esos objetivos se las conoce como vacunas de segunda generación».
Cómo avanza el desarrollo del fármaco de 2da generación
Además, subrayó que «hay un montón de empresas que están desarrollando este tipo de vacunas con diferentes tecnologías». De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) al 29 de marzo había 153 vacunas en ensayos clínicos y 193 en etapa pre-clínica; aunque no todas ellas son de segunda generación.
Rozenek explicó también que se piensa en fórmulas liofilizadas (en polvo) que no necesiten ser refrigeradas. Otro de los objetivos, es hacer vacunas adyuvantes para personas mayores, con componentes que potencian la respuesta inmune. «También se están probando vacunas con administración diferente a la inyectable, como por ejemplo, orales o intranasales que buscan generar una respuesta inmune más parecida a la respuesta natural contra el virus salvaje que entra por vía respiratoria», aportó.
La vacuna contra el coronavirus de Argentina
El miércoles pasado se aprobó la realización del ensayo clínico de la vacuna argentina «Arvac-Cecilia Grierson». La vacuna, que utiliza tecnología de proteína recombinante con adyuvante hidróxido de aluminio, la desarrollaron investigadores de la Universidad de San Martín (Unsam) y el Conicet.
Esta se creó a partir de la variante Gamma (originada en Brasil), en lugar de la variante original (de Wuhan) como las vacunas actuales. La pretensión: hacer frente de manera más eficaz a nuevas variantes. Además, puede mantenerse refrigerada en la heladera y su tecnología permite una gran productividad en plantas biotecnológicas existentes en Argentina.
En nuestro país hay otras cuatro vacunas en desarrollo contra Covid: la Argenvac221, del Conicet y la Universidad de La Plata; la de investigadores del Conicet en la Universidad del Litoral, junto a Cellargen Biotech S.R.L. y Biotecnofe S.A;. También está a del INTA con laboratorios Bagó, y la de los investigadores de la Universidad Católica de Córdoba que trabajan, junto a pares brasileros y franceses de la Sorbona, en el desarrollo de una vacuna oral.