La causa Cuadernos es una de las investigaciones más destacadas de la historia reciente en Argentina. En concreto, se trata de las anotaciones del exchofer Oscar Centeno sobre personas que pagaron sobornos durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Además, se mezcla con quienes recibieron licitaciones de obras públicas de esa época que quedaron allí registrados.
En este contexto, la expresidente aparece como la gran armadora de toda esta situación y ahora Armando Losón fue un paso más allá. Según informaron en LN+, el acusado contrató a un perito calígrafo por su parte que analizó los seis cuadernos y encontró alrededor de «1.600 alteraciones realizadas» por Cristina Fernández de Kirchner u ordenado por ella.
«Hay gravísimas irregularidades en los cuadernos. Hay adulteraciones y tachaduras de nombres, lugares, direcciones y fechas«, indicaron en el programa de Eduardo Feinmann. Detalle a tener en cuenta es que a raíz de lo que estaba plasmado en esas hojas se realizaron una serie de allanamientos que ahora podrían verse modificados si esto es tenido en cuenta.
Además, adelantaron que «esto va a ser una causa paralela» contra la vicepresidente puesto que hay «enmiendas con liquid paper, alteraciones, tachaduras y escrituras alteradas». En este sentido explicaron que «el cuerpo de peritos calígrafos de la policía federal deberá investigar y corroborar este tema que va a traer mucho ruido». A raíz de esto, Losón se desligó de las acusaciones.
La diferencia de sobornos y aporte de campaña
Con esta presentación ante la justicia, Armando Losón busca que cambie su denominación en la causa Cuadernos. El nombre de su compañía, Grupo Albanesi, figura en los papeles pero él alega que realmente hicieron un «aporte de campaña» para Cristina Fernández de Kirchner y que no la sobornaron. Además, detallan que su empresa no realiza obras públicas sino que brinda productos para energía.
El punto está en que un aporte de campaña política es a voluntad de cada persona o grupo y que sirve para cubrir los costos de cada representante. Por el contrario, un soborno es un pago ilícito a cambio de un beneficio. En este caso refuta ambas posturas y exige que también se investigue su descubrimiento que venía rumoreándose hace meses.