La inflación y sus efectos no dan respiro a los consumidores, los cuales tratan de adaptarse a los aumentos constantes de los alimentos y productos básicos. Luego de los números que arrojó febrero, más los incrementos durante el mes de marzo, los ciudadanos han tenido que ajustar severamente su consumo para llegar a fin de mes. Por ese motivo, economistas concluyeron que este cayó un 7,9%.
La especialista en economía, Diana Mondino, explicó en LN+ las consecuencias económicas e, incluso, psicológicas que estos aumentos provocan. “Cada vez la gente tiene más miedo y más conciencia de la inflación. Cada vez quiere gastar más rápido el dinero que tiene, que además le rinde cada vez menos. El mismo salario cada vez te alcanza para menos”, dijo.
“Se genera un aumento en la velocidad de circulación y eso contribuye a que, dada la emisión que tenemos del Gobierno, dado a que no hay más producción, los precios terminan subiendo”, amplió. De esta forma, se genera un efecto en cadena que repercute en la economía interna. A esto se le suma la incertidumbre por la poca previsibilidad económica, pese a que el dólar blue está bajando notoriamente.
La restricción del consumo durante marzo es la más alta desde junio de 2021, que fue de un 8,8%. “Si vos tenés la misma cantidad de dinero fijo y los precios suben, vas a poder comprar menos cantidad de cosas. Se va formando un problema enorme porque, además de que a la gente no le alcanza para consumir porque hay inflación, tenés el tema de que hay más emisión de dinero”, detalló Mondino.
“El dinero no le llega a la gente en su sueldo. Al dinero, en general, el Gobierno lo ha gastado en distintas cosas. Por ejemplo, en la compra de dólares para pagar la importación de gasoil. Entonces, si no hay más producción y no tenés dinero para comprar las cosas, entonces comprás menos”, sintetizó. El conflicto económico se hace presente, incluso, dentro de la cartera económica. Mientras autoridades como Roberto Feletti cuestiona el rol de Martín Guzmán como ministro de Economía, otros lo defienden y quieren que continúe con el puesto.
Inflación mensual y anual
Por otra parte, la inflación del mes pasado se proyecta en un 6%, más de un punto que en febrero. La misma suerte correrá para los alimentos y bebidas no alcohólicas, al estipularse una inflación de más del 7%. A esto se le agrega el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, por las dificultades en el acceso a la energía y su incremento en el precio internacional.
En tanto, los datos del Relevamiento de Expectativas del Mercado, elaborados por el Banco Central, registran una suba de 4,2 puntos en relación a febrero. Esto quiere decir que proyectan una inflación del 59,2% para el corriente año, precisamente. Los encuestados también marcaron que deben seguir una tendencia para que este fenómeno desacelere su crecimiento.
