La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, admitió este viernes que la división del bloque kirchnerista en el Senado de la Nación es una “trampa a la democracia”. Lo hizo para justificar la conformación del Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana, estrategia adoptada por la vicepresidenta Cristina Kirchner para que el Frente de Todos sume un miembro al Consejo de la Magistratura.
«Ah, pero Juntos por el Cambio»
Pero más curioso aun fue la argumentación de Cerruti al respecto: “Juntos por el Cambio nos tiene absolutamente habituados a este tipo de trampas a la política y a la democracia, lo que pasa es que tienen el plafón de poder hacerlo con una enorme cobertura que los protege”, se excusó la funcionaria en la conferencia de prensa semanal, que esta semana se dio un viernes y no un jueves debido al acto de Alberto Fernández en Vaca Muerta.
“Recordemos que para nombrar a (Pablo) Tonelli como consejero en el Consejo de la Magistratura hicieron la inversa y juntaron todos los bloques para decir que los interbloques eran uno solo para obtener el representante de la mayoría”, contrapuso Cerruti. De esta manera, la vocera salió a respaldar a Cristina y a cruzar a la principal coalición opositora, a la cual tildó de tener una “doble vara” para medir las situaciones.
Respecto a esto último, es pertinente repasar que, en línea con la Corte Suprema de Justicia, Juntos por el Cambio discutió con dureza la estrategia oficialista de dividir el bloque en el Senado para obtener el representante por la segunda minoría y sus referentes acusaron a Cristina Kirchner de querer “robarse el lugar”. De hecho, el senador Luis Juez denunció penalmente a la vicepresidenta.
En referencia a ello, Cerruti remarcó: “Cada vez que hay en disputa cargos que son para la oposición, la oposición se divide para que les corresponda a los dos bloques que integran Juntos por el Cambio. No es una novedad que Juntos por el Cambio se junta para conseguir los cargos que tienen que ver con la primera minoría y se divide para quedarse los cargos que tienen que ver con la primera y la segunda minoría”, planteó.
El Gobierno vs. la Corte Suprema
Por otra parte, y en alusión a la puja entre la Corte Suprema y el oficialismo por la composición del Consejo de la Magistratura, la portavoz admitió que se trata de un conflicto de poderes entre el Poder Legislativo y el máximo tribunal. “La posición del Presidente con respecto a cómo está funcionando hoy la Justicia en la Argentina ya está clara, marcada por el retraso de las causas, la arbitrariedad de la Corte para elegir las causas y los cuestionamientos a cómo está funcionando la Corte y la Justicia”, afirmó.
En la misma línea, hizo referencia a la posición de Alberto Fernández sobre la disputa por la designación de los cargos en la Magistratura. “Lo que el Presidente entiende es que se trata de un conflicto de poderes entre el Poder Legislativo y la Corte y sigue atentamente el tema y las soluciones que está dando el legislativo para poder avanzar en la cuestión”, reveló.
Asimismo, la ministra denunció que el máximo tribunal “intenta convertirse en un poder político” que busca interferir en decisiones que le corresponden al poder Legislativo e hizo énfasis en que la solución al conflicto está en la ley presentada por el Ejecutivo sobre la composición del cuerpo Consejo de la Magistratura. “Esa es la solución, esa ley está en el Congreso y tiene media sanción en el Senado y a la espera de ser discutida en Diputados”, manifestó.
Por último, advirtió: “Nos parece que la Corte debería estar abocada a resolver la cantidad de fallos que tiene pendiente, a impartir justicia. El retraso de justicia en la Argentina cae sobre todos los ciudadanos y ciudadanas. Si hay algo que no está funcionando bien, expresado por todos es el Poder Judicial”, cerró la vocera de la Casa Rosada.
