El ministro de Justicia, Martín Soria, y su vice Juan Martín Mena se sumaron a los cuestionamientos de la vicepresidenta Cristina Kirchner contra la decisión de la Corte Suprema de asumir la presidencia del Consejo de la Magistratura. «Acaban de asestar un golpe institucional«, enfatizó el titular de la cartera judicial este lunes. La disputa entre el kirchnerismo y el Poder Judicial inicia un nuevo capítulo.
«Esta Corte tan cuestionada acaba de asestar un golpe constitucional, ya que se arrogaron facultades del Congreso Nacional y revivieron una ley que había sido derogada en 2006», expresó Soria en declaraciones a AM750. El presidente del Tribunal Supremo, Horacio Rosatti, asumirá este lunes como nuevo presidente del Consejo de la Magistratura, al haber vencido el plazo de 120 días otorgado por la Corte al Congreso para aprobar una nueva composición de ese organismo.
Denuncian lazos políticos entre la Corte Suprema y la oposición
En su descargo, el ministro nacional apuntó -en sintonía con CFK- contra Rosatti al señalar que es «el mismo que se auto votó para presidir la Corte» y señaló que es quien «dictó el fallo que lo puso a la cabeza del órgano que designa y remueve jueces». En este sentido, impulsaron un ataque que pretende marcar lazos entre la oposición y el Tribunal Supremo.
Tras subrayar que los magistrados que integran la CSJN fueron designados “a dedo” por el asesor judicial macrista ‘Pepin’ Rodríguez Simón, expresó: «La intromisión de la Corte Suprema sobre facultades de otros poderes se articula con el bloqueo que hace la oposición a los proyectos de reforma de la Justicia. No están salvando la República: están protegiendo a los saqueadores de la Argentina y a todos sus cómplices».
En el mismo sentido, el hombre cercano a la Vicepresidenta de la Nación insistió en definir la decisión de asumir la presidencia del Consejo como una jugada política y remarcó: “Esta Corte busca tener poder político y no impartir justicia”.
«Golpe Institucional «
En declaraciones a Radio 10, el número dos de la cartera Juan Martín Mena subrayó que las prácticas impulsadas por los magistrados «se le parecen mucho a un golpe institucional». En este sentido, expresó que buscarán avanzar contra las irregularidades del caso y precisó que la Constitución «prevé que ningún magistrado puede ejercer dos funciones».