En el Gobierno nacional se disparó una controversia a causa de que la canasta básica de los presos sale más que la de cualquier argentino. Esto se conoció luego de que la Justicia le quitara al Servicio Penitenciario cuatro licitaciones de empresas que brindan viandas. Quien dirige los asuntos penitenciarios es María Laura Garrigós, una allegada a Cristina Kirchner.
En una de las primeras licitaciones que encontró La Cornisa (LN+) fue para adquirir desayunos, almuerzos, meriendas y cenas con destino a la colonia penal de Santa Rosa (Unidad 4). La cantidad de raciones en total que planteaba la licitación era de 196.267. El dinero del Estado destinado a comprar esa cantidad de viandas fue de $282.834.485,69.
La periodista Silvina Martínez descubrió que se pagó $1441 por día por cada detenido en el penal ubicado en La Pampa. Al valor por día si se lo multiplica por la cantidad de días que tiene el mes (30), arroja un total de $43230 por preso. Según el INDEC, la canasta básica de alimentos para los argentinos oscila en los $12.900 mensuales para no estar debajo de la líneas de la indigencia.
El mismo organismo estatal publicó que una familia de cinco integrantes, para alimentarse superando la línea de la indigencia, precisa $41962 mensuales. Esto significa que un preso, para el Estado, gasta lo mismo en alimentos que un grupo familiar de cinco personas todos los meses. Aunque los reclusos siguen arriba por más de mil pesos mensuales.
Lo mismo sucede con el Complejo Federal de Ezeiza. El objeto de la contratación fue el mismo que el penal de Santa Rosa. En la cárcel bonaerense se gastaron $1214.84 por preso por día. Aunque en un mes la cifra es menor a la cárcel de La Pampa, con más de $36000 mensuales, prácticamente triplica la canasta básica por persona en el país.