El 2023 ya se vive dentro del Frente de Todos y, en particular, el entorno de la vicepresidenta Cristina Kirchner, que ya empieza a moverse en el armado electoral. La mesa chica K ya empezó a hacer cuentas y trazar estrategias para dirimir el camino que conduzca a una reelección. En medio de la crisis interna, la discusión pasa por el salto en la imagen negativa de la gestión de Alberto Fernández y una posible candidatura, el ajuste y la tensión social que se adueña de la calle.
“La línea cristinista no ve para nada con buenos ojos ninguna futura candidatura de Alberto Fernández de cara al 2023”, anticipó el periodista José del Río por LN+. Lo que hoy es un “secreto a voces”, ya comienza a dejar sus primeras huellas y exponen el escenario. Por un lado, precisó el comunicador, ya se piensa en nombres alternativos y, por otro, cada vez suena más fuerte la posibilidad de desdoblar elecciones.
La intención es adelantar los comicios de la Provincia de Buenos Aires al mes de marzo y separarse de Alberto Fernández, quien iría por un segundo mandato en 2023. De acuerdo a los trascendidos, lo están organizando los intendentes peronistas que responden a Máximo Kirchner y La Cámpora. “Sienten que el Presidente pueden perjudicarlos”, señaló Viviana Canosa días antes, al señalar que ya estaría cerrado el desdoblamiento.
El ala K bonaerense pretende no cometer el mismo error de María Eugenia Vidal en 2019 cuando la entonces gobernadora perdió el gobierno, entienden, arrastrada por Mauricio Macri. De acuerdo a las últimas encuestas, a nivel nacional apenas el 17% de los consultados respalda la gestión de Fernández contra prácticamente 8 de cada 10 que la rechaza. Sería, entienden, cargar con un lustre.
La receta económica
“Cristina Kirchner ya está haciendo cuentas”, dijo el comunicador y explicó que la preocupación de la exmandataria posa sobre la pérdida de valor adquisitivo de las jubilaciones y los salarios. “La ecuación que hace es simple: si no aumentan por encima de la inflación, la elección está perdida”, insistió. El núcleo K ya expuso este cuestionamiento al Jefe de Estado desde la derrota de las elecciones primarias del 2022 y, desde entonces, pidió por la cabeza del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Este trazado económico repercute en la calle donde la tensión crece a diario, especialmente en el Conurbano bonaerense, según informan a la Vice las espadas del principal bastión kirchnerista. Los acampes de los últimos días, las internas en los movimientos sociales y la resistencia del ministro de Desarrollo Social a responder el reclamo son algunos de los ejes que advierten al kirchnerismo.
El mensaje de Máximo y de Kicillof
Frente a este escenario, dos referentes salieron a marcarle la cancha al Presidente de la Nación con planteos concretos y de peso. “Vi al expresidente (Néstor) Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a la expresidenta Cristina, que le tocaron situaciones muy difíciles y se paró de manos. Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles”, dijo el diputado nacional Máximo Kirchner en un acto de la CGT en Merlo.
Por otro lado, el líder de La Cámpora reclamó que “un trabajador de la UOM ganaba unos 2.000 dólares a finales del 2015 y hoy ganan 900. ¿Quién se está quedando con lo que cobraba un trabajador?”. Junto a él estaba el gobernador Axel Kicillof, quien se sumó a las críticas -escondidas- contra el Gobierno por el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los muchachos del Fondo Monetario, no sé si el español lo dominan, pero en la provincia de Buenos aires no puede haber ajuste, lo tienen que entender”, dijo en diálogo con C5N. Y agregó: “En el conurbano y en el interior de la provincia no da más la situación social”. Todos estos factores se mantienen en discusión en el seno de la mesa K, con secretos que se mantienen bajo siete llaves y otros que se gritan a viva voz, como las críticas al presidente Fernández.