Las repercusiones del regalo de la vicepresidenta Cristina Kirchner al mandatario Alberto Fernández aún hacen eco en los pasillos de la Casa Rosada y en el mundo político. El obsequio de “Diario de una Temporada en el Quinto Piso” esconde detrás del gesto amigable una serie de “secretos”. El escenario político y el paralelismo con Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa.
“Lo importante es el mensaje, cuando explica por qué eligió ese libro”, planteó Carlos Pagni en su editorial de LN+. De acuerdo al comunicador, la elección de las memorias de Juan Carlos Torre como regalo tiene que ver con la concepción que tiene de la vida pública el kirchnerismo, pero sobre todo la Vicepresidenta. “Se trata de una concepción discutible -aún más cuando se la exagera- que consiste en pensar que cualquier receta económica, técnica, es absolutamente trivial, intrascendente y accesoria respecto de la orientación de la política”, explicó.
Es decir, se cree que lo que conduce a un gobierno, a un proceso público, es la política que le imprime quien la conduce. “Ahí donde ella le plantea a Alberto Fernández que hay un déficit”, insistió sobre el mensaje que esconde el libro que estudia la gestión del equipo económico de Juan Vital Sourrouille, durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Una vez más, el liderazgo del Presidente rebalsa de interrogantes.
¿Cómo se define un liderazgo?
Hay múltiples interpretaciones para determinar cómo se define un liderazgo. “Para Cristina Kirchner es a partir de un conflicto de intereses”, explicó Pagni. La Vicepresidente tiene una concepción de que la política es conflicto y un líder deber tomar el toro para las astas. Este punto, entienden el grueso de los analístas políticas, es un déficit de la gestión Fernández desde el minuto cero. Pues, el Jefe de Estado fue elegido como candidato por la Vicepresidenta y llegó a la Casa Rosada en las sombras de la exmandataria.
“Habría que preguntarse qué pasaría con Cristina Kirchner y La Cámpora si un día Alberto Fernández se despierta queriendo ser un líder. Tal vez lo primero que haga es ir contra ellos y eso empeoraría las cosas”, planteó el comunicador como interrogante. En el mismo sentido, esgrmió que el problema que plantea CFK tiene raíz en la insatisfacción con el proceso político que vive el FdT.
El paralelismo con De la Rúa y la pérdida de capital político.
A comienzos de siglo XX, el líder radical Ricardo Alfonsín miraba cómo la administración de Fernando de la Rúa “iba dilapidando el capital político de su partido”. En momentos de agite político y social, el entonces Presidente inició un proceso de aislamiento respecto del partido, de quienes creían que lo habían llevado al poder, y eso generó una inquietud creciente en Alfonsín. En los motivos que impulsaron el quiebre, planteó Pagni, hay un “aire de familia”.
“Alfonsín pensó primero en intervenir el gobierno”, comenzó el paralelismo, y agregó: “Cavallo era a quien quería extirpar de ese gobierno. Como hoy Cristina, La Cámpora y un sector del kirchnerismo pretenden desacoplar a Fernández de Guzmán”. Tras destacar estos puntos, esbozó que Cristina, La Cámpora y el kirchnerismo están mirando a Fernández como una especie de dilapidador del propio capital político, del propio voto. La primera muestra se dio en las primarias del 2019 y hoy las encuestas muestran la caída de la imagen del Jefe de Estado.
“¿Este conflicto podría tener la misma lógica que aquel de 2001? ¿Habrá una intención de intervenir a la administración?”, se preguntó el comunicador. Si bien ambos escenarios sociales y económicos son absolutamente distintos, la secuencia política mantiene una dirección parecida. “Sobre todo cuando se agote esta tregua muy tensa, que puede durar un par de meses”, concluyó.