La inflación y la intervención del Estado en los precios generaron una segunda ola de cierres de supermercados chinos. La primeras persianas que se bajaron definitivamente fueron por el resultado de la recesión que generó la cuarentena en 2020. Ahora, el conflicto radica en que la comunidad china no puede afrontar los aumentos que llegan de los mayoristas a diferencia de los grandes supermercadistas, quienes pueden pelear con más herramientas ante las especulaciones de los proveedores.
«Están cerrando varios supermercados chinos. Hubo una primera ola de cierres que fue por la pandemia. Los supermercados chinos tenían la opción de seguir abiertos, pero varios decidieron cerrar por miedo al coronavirus, muchos volvieron a abrir, pero otros quedaron en el camino», sentenció el periodista Alfredo Sainz en La Nación+.
«Ahora hay una segunda ola de cierres que se debe al tema de la inflación y al impacto de los acuerdos de precios. Está aumentando mucho la brecha de precios entre los supermercados chinos y el resto de los grandes supermercados. Los chinos no manejan precios cuidados y no tienen poder de negociación con los proveedores», insistió Sainz.
«Cuando una fabrica decide aumentar un precio tiene que pedir una autorización a la Secretaría de Comercio. Muchas veces lo que hacen es intentar colar una nueva lista de precios a los mayoristas sin pasar por la autorización del Gobierno y las grandes empresas de supermercados como Coto, Jumbo o Carrefour no las aceptan, pero los supermercados chinos no tienen la misma fuerza», comentó el especialista.
«Hay chinos que se van a alguna ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires o del país. La mayoría se queda y la Argentina, porque sigue siendo un destino querido y buscado por los inmigrantes chinos», concluyó Sainz. Por ahora, desde el entorno de Roberto Feletti no hay una política específica para este sector de comercio, mientras tanto, la inflación no da tregua.