El presidente de Perú, Pedro Castillo, impuso este martes el toque de queda en Lima, prohibiendo a la gente salir de sus casas en un intento por frenar las protestas contra el aumento de los combustibles y fertilizantes que se han extendido por todo el país.
El gabinete declaró la prohibición de la movilidad de los ciudadanos desde las 02:00 hasta las 23:59 del martes para «proteger los derechos fundamentales de todas las personas», dijo Castillo. La ola de protestas contra el aumento de los precios de los combustibles y los fertilizantes, continuaba por segunda semana, mientras el gobierno busca bajar los precios.
Las protestas representan un problema para Castillo, que ganó las elecciones el año pasado con el apoyo abrumador de los sectores campesinos pobres. No obstante, su apoyo ha disminuido rápidamente, incluso en las regiones rurales, y ronda el 25% en todo el país.
En sus ocho meses de mandato, Castillo ha sobrevivido a dos intentos de destitución y ha cambiado un número sin precedentes de miembros del gabinete. Las protestas se han vuelto cada vez más violentas y al menos cuatro personas han muerto, según el gobierno, replicó Reuters.
El mensaje del mandatario ocurre tras una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros liderada por el mandatario, en la que se discutieron medidas frente a las protestas de los gremios de transportistas en varias regiones del país que se iniciaron el 28 de marzo debido al alza de los combustibles y que han dejado al menos tres personas muertas.