En medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la tensión a nivel mundial crece. Los países miembros de la OTAN, entre los que se destaca Estados Unidos, amenazaron con atacar a Vladimir Putin. Ante esto, el Kremlin empleó varias estrategias que van desde advertirles de consecuencias «gravísimas» hasta crear un misil capaz de cruzar el océano y destruir Texas.
En la tarde de hoy, de hecho, se realizó el lanzamiento de prueba del misil intercontinental Sarmat. Este proyectil transporta una carga útil de hasta 15 ojivas nucleares que, según Moscú puede impactar a Estados Unidos. Claro está que puede impactar a cualquier capital europea puesto que tiene un alcance de hasta 10.000 kilómetros según NA.
«Hará que lo piensen dos veces quienes amenazan a nuestro país con su retórica desenfrenada y agresiva», enfatizó Putin al respecto. Además, felicitó a parte del ejército por esta prueba llevada adelante en el cosmódromo de Plsetsk que alcanzó hasta Kura, a 6.000 kilómetros de distancia. Esto es motivo de orgullo para Rusia, desde donde aseguran que «no tiene análogos en el mundo y no los tendrá durante mucho tiempo».
La respuesta de Estados Unidos a Rusia
En El Pentágono informaron que Rusia notificó respecto a esta prueba y que es capaz de evadir los sistemas de defensa antimisiles. Si bien esto es una seria amenaza para ellos, más aún con la guerra en curso, le restaron importancia a su implementación. «Este tipo de test es rutinario y no fue una sorpresa«, indicó el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby.
“No consideramos la prueba como una amenaza para Estados Unidos ni los aliados”, agregó Kirby que aclaró que Putin está cumpliendo con el tratado «Nuevo START«. El mismo fue firmado en 2021 entre Joe Biden y el mandatario ruso y sirve para limitar el número de armas atómicas estratégicas con posibilidad de ser utilizadas.