El cierre de la causa Olivos Gate generó gran escándalo en parte de la sociedad y en la oposición, al aceptar la fiscalía de San Isidro una donación económica por la violación de la cuarentena en plena fase 1. Ante esto, Jonatan Viale no solo apuntó contra la injusticia que esto significa, sino también por la desvalorización de los más de 128.000 muertos por coronavirus.
El resarcimiento, que consta de $1.6 millones, se destinará a financiar a las personas afectadas por la enfermedad. Sin embargo, si se divide el número por la cantidad de fallecidos en Argentina por el covid-19, arroja un resultado de $12. “Para el presidente, el dolor de las casi 129.000 familias destruidas se arregla con $12 por cabeza”, indicó el politólogo en su columna de Radio Rivadavia.
“Esto es la historia de la banalización del mal, un presidente que no tiene humanidad. Pero la acción penal puede extinguirse; ahora, el daño moral nunca va a ser reparado. Nunca nos vamos a olvidar de cómo nos retaba, cómo nos amenazaba y cómo nos insultaba. Nos trataba de inconscientes por subirnos a un auto para ir a trabajar”, señaló.
La doble moral de Alberto Fernández
Así, recordó el trato “violento”, definió él, que Alberto Fernández tenía con las personas que salían a la calle, ya sea para reunirse o para hacer una actividad fuera de lo establecido. En las conferencias de prensa, no solo les hablaba directamente a los infractores, sino que les decía “manga de estúpid*s”, “habría que encerrarlos 14 días”, entre otras cosas.
También rememoró el caso de Abigail González, la nena con un cáncer terminal a la cual le negaron la entrada a Santiago del Estero para realizarse un tratamiento médico. “Mientras Abigail no podía atravesar la frontera a upa del papá, toda esta gente iba a Olivos: asesora, modista, peluquera. Ahí te das cuenta de la doble moral kirchnerista. Ellos te perseguían mientras ella estaba impecable”, mencionó Jonatan Viale.
La advertencia de Jonatan Viale
Sin embargo, no era solamente Alberto Fernández el que bregaba por el punitivismo contra quienes hacían ejercicio en la calle, querían salir a trabajar o ir a estudiar. Filósofos, dirigentes sociales y medios enteros de comunicación también se sumaron al repudio contra los supuestos infractores, según el columnista. Al mismo tiempo, se burlaban de quienes cuestionaban el pensamiento del presidente.
“Por eso, yo creo que $1.6 millones es muy barato”, sentenció. Mientras, en el Reino Unido están pidiendo juicio político y renuncia de Boris Johnson por las fiestas clandestinas. “Este Gobierno no solo hace daño económico, sino también daño moral. Duele en el alma que este personaje nefasto se la lleve de arriba, pero no se la va a llevar de arriba”, advirtió.
