La madre de una joven de 30 años denunció que su hija fue captada por una organización coercitiva en Argentina que le arruinó la vida y la separó de su familia. La secta Cómo Vivir Por Fe posee una página web y un canal de YouTube (que todavía siguen vigentes) donde ofrecen discursos religiosos que buscan manipular a los usuarios con el objetivo de captar mentes vulnerables.
«Esta secta se llama Cómo Vivir Por Fe. Mi hija se contactó por redes sociales y le dijeron que se tenía que despojar de todos sus bienes para ingresar. Al principio mantuvo su celular y luego nos avisó que iba a tenerlo que dejar y que nos iba a dar un teléfono en el cual podíamos dejar un mensaje porque era del lugar», sentenció la madre de la víctima en Crónica TV.
«No nos pareció normal, entonces nos comunicamos con Pablo Salum (figura reconocida que lucha contra las sectas) y luego con Protex que presentó todas las pruebas, pero la causa quedó dormida en la fiscalía de San Martín. En esta organización le cambiaron el nombre a mi hija. Cuando una persona es mayor de edad se cree que está en sus cabales, pero no es este el caso. Ella tenía 12 años de antigüedad en una empresa muy conocida, vivía sola con su hija y mantenía una buena vida hasta que vendió todo, renunció al trabajo y a la hija (que se la dejó al papá) con el fin de servir a Dios», comentó la progenitora.
La investigación de la secta
«Esta chica fue captada hace más de dos años y la familia se contactó con nosotros. Nadie la escuchó en el Estado. Por lo tanto, cuando la atendí a la familia proseguimos a denunciarlo en Protex que realizó una investigación preliminar y dio positivo por trata de personas. Encontramos otras víctimas y rescatamos un chico que hoy está con su familia en Santiago del Estero», comentó Salum, uno de las personas que ayudó en la investigación.
«A todos los jóvenes se los capta a través de YouTube. Esta organización es internacional y su fundador se llama David que es un exmiembro de los Niños de Dios, una organización donde se comprobó que hubo abuso de niños y otros delitos. Están vinculados al tráfico de órganos y al turismo de trasplantes. A las víctimas se las obliga a donar un riñón», remarcó Salum.
«Es fácil de probar esto. La coerción psicológica es someter a una persona mentalmente. Hay dos maneras: una es bajo fuerza física y la otra bajo fuerza psicológica, que es la que utilizan estas organizaciones coercitivas para captar a las victimas en situaciones de vulnerabilidad», indicó el especialista que logró escapar de otra secta cuando tenía 8 años.
Luego la madre de la víctima habló sobre la donación de órganos: «Mi hija me dijo que la gente que dona el riñón lo hace por un acto de amor. Nosotros queremos evitar que salga del país. Hace una semana que no tenemos contacto con ella». Por ahora, la organización sigue en funcionamiento e incluso todos sus canales sociales en Internet.
